La Guardia Civil interviene una plantación con 12.000 plantas de marihuana en Barcelona

Esta operación está ligada con varios robos en establecimientos de telefonía móvil de Huesca.




La Guardia Civil ha intervenido 12.000 plantas de marihuana en tres naves situadas en Ripollet (Barcelona). Estas plantas iban a ser distribuidas por Europa, especialmente a Reino Unido, Suiza e Italia. Este descubrimiento se ha producido por una investigación que estaban llevando a cabo desde principios de este año en Barcelona y Huesca. La operación denominada "Oscaphone" también ha permitido la desarticulación de una organización dedicada al robo en tiendas de telefonía. 


La investigación se inició a principios de 2014 tras haberse cometido varios robos con fuerza en establecimientos de telefonía móvil de las provincias de Huesca y Barcelona, donde robaron terminales de alta gama valorados en unos 45.000 euros. De las investigaciones desarrolladas por los agentes se pudo determinar la existencia de una red que tenía su base en Barcelona que podría estar especializada en cometer robos de terminales en establecimientos de telefonía.


A raíz de un robo perpetrado el pasado mes de septiembre en una 

tienda de telefonía de Pamplona, donde se apoderaron de 103 terminales de alta gama, se procedió a la detención de 8 personas como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza en las cosas. En esta primera fase la Guardia Civil ha esclarecido un total de veintidós delitos de robo con fuerza en las cosas cometidos en tiendas de telefonía móvil.

Plantación "indoor" con 12.000 plantas

Posteriormente, de las informaciones obtenidas en la primera fase de esta operación se puso de manifiesto la existencia de dos organizaciones que podrían estar dedicándose al cultivo de marihuana para su posterior distribución por Europa.


A mediados del pasado mes de septiembre la Guardia Civil había 

establecido un dispositivo de seguimiento y control sobre la organización, dando como resultado la interceptación de un vehículo en la autopista AP-7, que recibía apoyo por otro vehículo “lanzadera” con más de 7 kilogramos de marihuana envasada al vacío y oculta entre las ropas del equipaje que transportaban por lo que se procedió a la detención de varios de los integrantes de la red.


Investigaciones posteriores permitieron desmantelar una de las mayores plantaciones de producción de alto rendimiento de marihuana, ubicada en la localidad barcelonesa de Ripollet. Esta importante plantación estaba compuesta por tres naves industriales, dos de ellas utilizadas para la producción de marihuana y otra para su secado. En esta fase han sido detenidas diez personas, entre los que se encuentra el cabecilla de la organización. 

Acceso a la plantación ‘indoor’ por una puerta secreta 

Los agentes procedieron a la entrada y registro en una nave industrial ubicada en Ripollet (Barcelona), donde a simple vista y una vez en el interior no se observaba ninguna plantación de marihuana. Durante el registro, en una de las dependencias que hacía de oficina los agentes descubrieron detrás de una estantería una puerta que daba acceso a una nave de más de 300 m2 con plantas de marihuana en una fase media-alta de producción. La nave disponía de una gran cantidad deaparatos de aire acondicionado, ventiladores y focos de 600 vatiosutilizados para acelerar el crecimiento y favorecer el incremento de la 

producción.


Anexa a esta nave había otra de similares características que la anterior llena de plantas de marihuana en una fase de producción cercana ya a su recolección y apoyada por los mismos elementos de acondicionamiento y suministro energético. Al final de esta segunda nave se encontró una estancia utilizada para el secado de las plantas y su preparación y procesamiento para la venta final, así como fertilizantes y otros elementos necesarios.

Grupos vinculados

Las dos organizaciones estaban vinculadas entre si por medio de uno de sus cabecillas, que era el encargado de facilitar los contactos, logística e infraestructura suficiente para que otros integrantes de la red se dedicaran al cultivo y recolección de la droga.


Esta persona también organizaba y daba instrucciones a otros miembros del entramado delictivo para ocultar la droga en vehículos, tanto en equipajes como en dobles fondos para su distribución por países de Europa. Para su distribución los vehículos que transportaban la droga contaban con el apoyo de un vehículo lanzadera. 

Defraudación de fluido eléctrico

Durante el registro los investigadores contaron con el apoyo de técnicos e ingenieros de la empresa suministradora de energía eléctrica, quienes constataron la manipulación del contador y el ingenioso procedimiento utilizado para la defraudación. Según una estimación inicial el fraude del fluido eléctrico podría alcanzar los 60.000 euros.


De los diez detenidos (ocho hombres y dos mujeres), siete son de nacionalidad española. Los tres restantes nacidos en Rumanía, Malí y República Dominicana. Siete de ellos son vecinos de Sabadell, el resto de Terrassa, Badía del Vallés y Barcelona.


Se les imputan los presuntos delitos de tráfico, elaboración y cultivo de drogas, así como defraudación de fluido eléctrico.

Los robos en las tiendas de telefonía se produjeron en las localidades oscenses de Jaca, Fraga, Sabiñánigo y Barbastro; Figueras, Roses, Banyoles y Ripoll en la provincia de Girona; Sant Boi de Llobregat e Igualada en Barcelona; El Vendrell (Tarragona); Mollerusa (Leida); Benicarló (Castellón); Chiva (Valencia); Alsasua y Tudela en Navarra; Alcañiz (Teruel) y Caspe (Zaragoza).