Una misa en la Catredal de Santiago recuerda a las víctimas del accidente

A la salida, el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, ha sido increpado por familiares de las víctimas.

Homenaje a las víctimas del tren de Angrois
Una misa en la Catredal de Santiago recuerda a las víctimas del accidente
Efe

Una misa en la Catedral de Santiago ha recordado a las víctimas del trágico accidente del tren Alvia en Angrois, en Santiago, en el que hace un año fallecieron 79 personas --meses después murió otro pasajero a causa de las secuelas que le dejó el siniestro-- y más de un centenar resultaron heridas. 


En su homilía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ante unos 300 asistentes, ha implorado "el consuelo y la serenidad" para las familias de los afectados por el descarrilamiento, además de pedir la recuperación de los heridos y encomendar "al señor" a los fallecidos. 


A la misa, que ha comenzado puntualmente a las 17,00 horas, han acudido, entre otras autoridades, el presidente y el vicepresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda, respectivamente; el delegado del Gobierno, Samuel Juárez; la presidenta del Parlamento y su vicepresidente primero, Pilar Rojo y Miguel Ángel Santalices, respectivamente; el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy; el alcalde compostelano, Agustín Hernández, y otros miembros de la corporación municipal. 


Ya pasadas las 18,00 horas, a la salida de la iglesia, dos víctimas del siniestro han recibido a Feijóo a gritos de "teatrero" y "sinvergüenza", además de llamarle "cabrón" y reclamar una "comisión de investigación ya". 


Uno de ellos, Luis Buitrago, cuya hija murió en el tren hace 12 meses, ha explicado después a periodistas que su indignación se debe a que "ni PP ni PSOE quieren saber lo que pasó", y por eso "le echan la culpa únicamente al maquinista". "Pero el maquinista no fue el único responsable", ha aseverado, junto a su mujer Olga."TODOS NOS SENTIMOS SOLIDARIOS"


La misa, que ha contado con la música de un coro y ha cerrado también un tema musical interpretado por una cantante acompañada por dos músicos, ha tenido a las víctimas de Angrois en el recuerdo desde su inicio, cuando se ha señalado que "cuando una desgracia sonada" como esta ocurre, "todos nos sentimos solidarios y hermanos de los muertos, de los heridos y de sus familias". 


A continuación, ya en su intervención, el arzobispo Julián Barrio ha saludado "con todo el afecto" a las víctimas y a las autoridades, así como a los obispos, sacerdotes y otros cargos eclesiásticos. 


Barrio ha tenido palabras para la "compasión" y el "heroísmo", y ha apelado a la "esperanza cristiana" como mecanismo para seguir adelante. "En la meta nos espera Cristo resucitado", ha asegurado. 


Así, ha hecho alusión a la recurrente pregunta sobre "¿por qué tuvo que ocurrir esta desgracia?" y "¿dónde estaba Dios en ese momento?" para responderse a sí mismo que ese es el "grito de la angustia de quienes sufren las consecuencias del mal", pero les ha recomendado cejar en la intención de comprender estos hechos.