Bárcenas insiste en reclamar 905.353 euros por su despido

El PP expone que Bárcenas reconoció en Anticorrupción que se le estaba compensando.

Luis Bárcenas
Bárcenas insiste en reclamar 905.353 euros por su despido
AGENCIAS

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha ratificado este viernes ante el Juzgado de lo Social número 16 de Madrid su reclamación de 905.353 euros al Partido Popular al defender que estuvo trabajando para la formación hasta principios de 2013, tras no alcanzar ningún acuerdo con los representantes legales del partido. 


  Ha pedido también que se declare la nulidad del despido, extremo que no será resuelto por no haber sido planteado con anterioridad, según la juez. 


  Los abogados del PP han insistido en que la relación laboral de Bárcenas con el partido se extinguió en abril de 2010 y si se le siguió pagando cada mes fue porque hubo un "mutuo acuerdo indemnizado en diferido", que ascendió a  un total de 719.02 euros hasta enero de 2013.


Han añadido que dicho acuerdo, que compensaba 18 años de dedicación al partido, fue reconocido por el propio extesorero durante su declaración ante la Fiscalía Anticorrupción un mes después. 


Entre los testigos ha declarado el director de la asesoría jurídica del PP, Alberto Durán, que ha reconocido que la nómina que según el partido fue pagada "por error" a Bárcenas en enero de 2013 no le ha sido reclamada. Aunque considera que están "en plazo para poder hacerlo".Pacto entre caballeros

  El abogado del PP, ha reconocido que el pacto indemnizatorio no fue documentado y que el propio Bárcenas le explicó que no era necesario porque "era un caballero". El portero del domicilio del extesorero, por su parte, ha manifestado que en las Navidades de 2012 el vecino recibió una cesta enviada por el PP. 


   La celebración de esta vista, que ha despertado una gran expectación mediática, ha comenzado más de una hora más tarde de la que había sido señalada inicialmente en una sala atestada de periodistas y estudiantes de derecho y con el propio Bárcenas asistiendo mediante videoconferencia desde la prisión de Soto del Real (Madrid)