Presunta colisión con una patrullera

Rabat convoca al embajador español por el naufragio de una patera en Lanzarote

La embarcación naufragó aparentemente por una colisión con una patrullera de la Guardia Civil. En el incidente murió un marroquí y seis desaparecieron.

El ministerio marroquí de Asuntos Exteriores convocó al embajador de España en Marruecos, Alberto Navarro, para pedirle explicaciones por el incidente de la patera que naufragó en aguas cercanas a Lanzarote el pasado 13 de diciembre, en el que un marroquí murió y seis desaparecieron.





Según explicó el embajador Navarro, la convocatoria se produjo "en un tono cordial y amable", después de que ofreciera "toda la información que tenemos" al respecto, ante lo que el ministro Saadedín Otmani "mostró su agradecimiento".


La llamada al embajador se produce después de que se hiciera público en un medio español un vídeo sobre el incidente en el que se ve cómo una embarcación de la Guardia Civil colisiona con una patera, que naufraga; este vídeo ha sido profusamente difundido en los días posteriores en todos los medios marroquíes.


Un comunicado del ministerio marroquí de Exteriores, difundido por la agencia MAP, explicó que se ha solicitado al embajador "poner a disposición de Marruecos todos los documentos e informaciones relacionados con esta cuestión sensible", visto "el interés personal que el rey Mohamed VI y el gobierno tienen ante este drama".


El comunicado recuerda que el Consulado marroquí en Las Palmas de Gran Canaria sigue de cerca el caso, que ha sido denunciado y está ahora en fase de apelación, mientras que los servicios policiales de ambos países están en contacto permanente "para dilucidar este incidente y determinar las responsabilidades".


El naufragio de la patera causó en los días posteriores violentas protestas en la ciudad de Sidi Ifni, de donde procedían la mayor parte de los naufragados; el alcalde de la ciudad, Mohamed el Uahdani, exigió días después en Las Palmas una investigación ya que -dijo- en su ciudad todo el mundo coincidía en que había sido "una agresión" y no un accidente.


Un mes después, el 16 de enero, el caso llegó a la Cámara de Representantes marroquí, pero el gobierno, a través del ministro Abdelatif Maazouz, encargado de los marroquíes de la diáspora, calificó lo ocurrido de "accidente".