El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha manifestado su voluntad de recuperar "el espíritu" del Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001, que -ha asegurado- contó con el consenso de prácticamente todas las Comunidades Autónomas.

Durante su intervención en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados, Arias Cañete ha subrayado que la modificación de este PHN provocó un giro de 180 grados en la política en materia de aguas.

"De acusar al anterior Gobierno de realizar obras faraónicas para trasvasar agua, se pasó a planificar e iniciar, aunque no finalizar, obras faraónicas para desalinizar agua", ha señalado para después explicar que de las 51 instalaciones programadas por el Gobierno del PSOE, tan sólo 17 están en explotación.

Arias Cañete ha apuntado que el anterior Gobierno realizó una inversión de 1.664 millones de euros en el programa de desaladoras "y faltan todavía otras 762 millones para poner en funcionamiento aquellas que todavía están ejecutándose"

"Hay instalaciones produciendo de forma general a la mitad de su capacidad por falta de demanda, e incluso algunas que no llegan al tercio de su capacidad instalada, todo ello con precios de producción en planta que oscila entre los 60 y los 90 céntimos por metro cúbico, lo que es inasumible para el abastecimiento humano y para el regadío y la agricultura", ha destacado.

El ministro ha respondido así a la solicitud de comparecencia del grupo parlamentario Izquierda Plural para que informe sobre el Pacto Nacional del Agua, cuya diputada Laia Ortiz ha expresado su preocupación ante las perspectiva de volver al escenario de "conflicto territorial y amenaza de trasvases" del PHN de 2001.

El ministro ha anunciado, asimismo, la puesta en marcha de un Pacto Nacional del Agua "de larga duración" y con "carácter estratégico y vertebrador para todo el territorio nacional" para "asegurar el abastecimiento de agua en cantidad y calidad y con el apoyo de todas las Comunidades Autónomas".

Este Pacto obedece -según ha avanzado el ministro- a "la necesidad de poner orden en las políticas que en materia de agua se desarrollan en España y cumplir con nuestras obligaciones como miembros de la Unión Europea".

En este sentido, se ha referido a los dos procedimientos sancionadores y el requerimiento que la Comisión Europea ha iniciado contra España por no cumplir con la Directiva 91/271 sobre aguas residuales.

"España sigue sin depurar una parte importante de sus aguas residuales", ha lamentado el ministro, quien ha indicado que el anterior Ejecutivo puso en marcha el Plan Nacional de Calidad de las Aguas, Saneamiento y Depuración, un plan "sin compromisos establecidos que prometía una inversión de más de 6.000 millones de euros, pero sin comprometerlos en ningún documento".

En cuanto a la planificación hidrológica, Arias Cañete ha señalado que para España se han definido 25 demarcaciones, de ellas 16 son intracomunitarias, cuya planificación es competencia de las Comunidades Autónomas, y 9 son intercomunitarias, en las que la responsabilidad planificadora es del Ministerio.

"Hasta la fecha sólo se ha culminado una de las cuencas intracomunitarias, la de Cataluña, y por este motivo la Comisión Europea también ha abierto un procedimiento de infracción a España", ha informado.

Para el ministro, este retraso e incumplimiento de las obligaciones con Bruselas, tiene su base en los "largos procedimientos de información pública y de negociación" y "la mala coordinación entre los distintos actores del territorio, llevando a una situación de lentitud e inoperancia".

Así, el titular de Medio Ambiente ha apostado por una mayor coordinación entre la Dirección General del Agua y las Confederaciones Hidrográficas para agilizar los procedimientos y finalizar los planes hidrológicos "lo antes posible".