Conducir sin tener sensibilidad en las piernas ¿es posible?

Algunas personas necesitan transformar sus vehículos para poder hacerlo. Cambio automático y pedales en el volante hacen cara la adaptación.

Un vehículo joven ofrece prestaciones muy similares a un coche nuevo.
Conducir teniendo una discapacidad es posible.

Freno, acelerador, embrague, volante y cambio de marchas. Conducir parece sencillo una vez que se han dado unas cuantas clases en la autoescuela y se ha pasado el preceptivo examen para obtener el carné de conducir. Pero ¿qué pasa si, por ejemplo, la persona no tiene sensibilidad de rodilla para abajo? Entonces ponerse a los mandos de un coche se complica.

“Todo es cuestión de querer”, declara un joven con una lesión que le impide la flexión del pié y le limita la sensibilidad de rodilla para abajo desde que nació. Tiene el carné de conducir desde hace más de una década. sin embargo no puede conducir cualquier coche.

“El primero de los extras que debo mirar cuando quiero un coche es el cambio automático”, reconoce. Con este sencillo mecanismo que ya llevan de serie algunos vehículos, se quitaría uno de los pedales, pero quedaría el freno y el acelerador.

Al imaginar el coche de una persona sin sensibilidad en las piernas, se debe pensar en algo parecido a un coche de Fórmula 1. Los dos pedales que quedan después de instalar el cambio automático deben estar en el volante. “En mi caso, el freno debe ser una palanca colocada a la derecha del volante mientras que el acelerador va a modo de pulsador por dentro del volante”, destaca.

Son recuerdos de cuando se sacó el carné de conducir. “No he tenido necesidad de conducir en exceso, ya que el transporte público es bueno y, ademas, considero que la adaptación sale cara”, reconoce. En su caso, le costó unos 2.000 euros.  El precio de las adaptaciones de los coches varía en función de las necesidades de la persona.

Ayudas gubernamentales para adaptar un coche

Conducir da libertad y así lo han sabido ver las autoridades que ofrecen diferentes ayudas y bonificaciones para que las personas con discapacidad compren un vehículo y lo adapten:

IVA: cuando una persona con discapacidad quiere comprar un coche, se aplica el 4% de este impuesto en lugar del 21%. Lo pueden solicitar las personas con un porcentaje de discapacidad igual o superior al 33%. Se puede solicitar cada 4 años. Impuesto de circulación: según lo que dice el artículo 66 de la Ley de Impuestos Especiales, las personas con discapacidad que compren un coche estarán exentas de pagarlo. Impuesto de matriculación: también estará exento de este pago alguien con los requisitos anteriores que en el caso anterior. Ayudas para la adaptación de vehículos: las distintas administraciones públicas ofrecen fondos para que las personas con discapacidad puedan insertar en los coches las adaptaciones que necesiten.

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