El pasado verano llegó al mercado el nuevo Ssangyong Tívoli, un SUV del segmento B que entra de lleno en uno de los sectores de moda del mercado actual. Lo hizo como uno de los coches más grandes de su clase y con una gran habitabilidad, el mejor maletero del segmento con 423 litros, una gama equilibrada con versiones manuales y automáticas de dos y cuatro ruedas motrices y, sobre todo, un incremento de calidad en todos los sentidos muy notable respecto a otros modelos anteriores de la marca.

Desde el pasado noviembre, el fabricante coreano, especialista en desarrollar vehículos todoterreno desde 1954, ha introducido en el mercado la variante diésel del Tivoli, sin duda, la que mayor volumen de ventas se espera que va a experimentar.

El motor diésel es un cuatro cilindros en línea de 1,6 litros de cilindrada y 115 CV, con una cifra de par de 300 Nm desde 1.500 rpm hasta 2.500, promesa de una cierta elasticidad y de unos bajos aceptables. Con este nuevo propulsor, el Tivoli homologa un consumo medio combinado de 4,3 litros para la versión manual de dos ruedas motrices y de 4,5 litros para la dotada de tracción 4x4 que llegará el próximo año.

El motor diésel se añade a la oferta de gasolina existente (un 1.6 litros de 128 CV) y a un bifuel de GLP (gas licuado del petróleo) que se combina con el de gasolina ofreciendo una autonomía final de 1.200 kilómetros. En primavera del 2016, el Tívoli diésel estará disponible con tracción delantera y total, pudiéndose combinar además con una caja de cambios automática.

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