Yamaha X-Max

Un compañero y amigo

Aunque el precio del escúter Yamaha X-Max de 125 cc es superior al de algunos de sus competidores, la calidad de sus materiales, del motor o de las sensaciones hace que merezca la pena pagar algo más. Con ABS, la seguridad es notablemente superior.

El Yamaha X-Max es un escúter de calidad, de aspecto elegante y a la vez deportivo, a juego con su comportamiento dinámico, incluso en su versión de 125 cc. Sus ruedas tienen un diámetro de 15 pulgadas, la delantera, y 14, la trasera. Son un poco más grandes de lo normal, pero no llega a ser un escúter de rueda alta. Ese diámetro extra de las llantas le aporta mayor seguridad en los baches y más estabilidad, sin perder mucha agilidad.


La postura de conducción es cómoda y el asiento amplio permite conducir al ataque, desde una posición adelantada; o más retrasado y relajado. En la plataforma se encuentra un túnel central prominente que hace un poco más incómodas las maniobras de subir y bajar de la moto. Pero ese túnel le aporta rigidez al chasis, algo que luego se agradece en las curvas. El acompañante también dispone de un buen espacio, aunque las estriberas no tienen goma y se transmiten las vibraciones.


El cuadro de instrumentos es completo, con una fácil lectura, y atractivo. Peor resueltos están los retrovisores, que se encuentran muy retrasados y obligan a desviar mucho la mirada de la carretera. La cúpula apuesta por la deportividad y el diseño, más que por un uso práctico. Deja los hombros al descubierto, lo que no es grave para sus prestaciones, pero pierde en limpieza, una de las grandes ventajas de los escúteres habituales.


Cuenta con una guantera con llave tras el escudo frontal y un amplio hueco bajo el asiento, donde caben dos cascos integrales y más objetos pequeños. El asiento tiene apertura remota desde el clausor y la boca del depósito de combustible está en el túnel central, mucho más limpio que bajo el asiento.


El motor es un monocilíndrico de cuatro tiempos que desarrolla una potencia de 14 cv. Destaca por su capacidad de aceleración, de las mejores del segmento, y por llegar sin problemas a los 120 km/h. El comportamiento dinámico del X-Max es tan brillante como su propulsor: es estable, ágil y transmite seguridad. Las suspensiones demuestran su calidad en los badenes que aparecen en mitad de las curvas. El chasis es rígido, la dirección transmite lo que pasa bajo la rueda delantera y, además, frena bien. Así, solo se le puede pedir que consuma poco; y el X-Max 125 también lo hace.