SEGURIDAD VIAL

Vamos a dar una vuelta

Los administradores de infraestructuras tienen que tener muy en cuenta, a la hora de proyectar una rotonda, cuánto tráfico va a soportar y qué tipo de vehículos van a psar por ella mayoritariamente.

Siempre han de respetar las marcas viales sobre la calzada
Vamos a dar una vuelta

Las rotondas, a priori, parecen una buena solución al problema de las intersecciones, pues su estructura de funcionamiento hace que se reduzca el tiempo medio de espera, si se compara con lo que sucede en una intersección regulada por semáforos. Asimismo, presentan otras ventajas teóricas, como la reducción del número y de la gravedad de los accidentes, al no permitir la realización de giros hacia la izquierda (aquéllos que originan los accidentes más graves). Sin embargo, no pueden asumir un flujo de tráfico demasiado elevado y si se aproximan a su máxima capacidad pierden su eficacia, pudiendo llegar a originar importantes atascos, con lo que la función reguladora del tráfico pierde todo su valor. Centro Zaragoza (CZ) ha analizado las ventajas que puede presentar una adecuada implantación de rotondas como elemento regulador del tráfico, así como los problemas que originan si se utilizan de forma incorrecta.


Atendiendo al tráfico, las rotondas hacen que sea más fluido, reduciendo el tiempo de espera de los vehículos al llegar a la intersección, permitiendo en gran cantidad de ocasiones evitar el uso de semáforos. Asimismo facilitan la realización de giros, los cambios de sentido y la corrección de errores en ruta. Sin embargo, no resultan útiles si el número de vehículos pesados que deben circular por ella es muy elevado, ya que, debido a su longitud y escasa aceleración, hacen que disminuya la capacidad de la intersección. Los pequeños radios de giro pueden provocar, en el caso de que la velocidad supere un cierto valor crítico, el desprendimiento de la carga de los camiones, máxime si la sujeción de esta no ha sido realizada de forma correcta.


Por ello, tanto los ayuntamientos como los titulares de la vía, en cada caso, deben realizar los estudios y las previsiones necesarias para estimar las ventajas o perjuicios que puede conllevar la construcción de una rotonda.

Soluciones


CZ propone, como posible solución al problema de la movilidad de vehículos en intersecciones en exceso saturadas por el tráfico, la utilización de pasos a diferente nivel, bien subterráneos, bien mediante vías elevadas, permitiendo a los vehículos una circulación fluida. Evidentemente, esta solución plantea el problema económico que conlleva la construcción y mantenimiento de mejoras de este calibre en la infraestructura viaria.


Otra circunstancia que hace que el empleo de rotondas no sea todo lo seguro que debiera es el incorrecto uso que, en muchas ocasiones, los conductores hacen. Existen una serie de recomendaciones, en cuanto a la forma correcta de acceder y salir de una rotonda de dos carriles (el tipo más común de entre aquéllas que no son reguladas por semáforos), que conviene seguir al pie de la letra.