Los pueblos destinan como mínimo 10.000 euros para abrir sus piscinas en verano

Socorristas, productos, luz y mantenimiento encarecen un servicio deficitario pero irrenunciable.

Ubicación de las piscinas en la provincia de Soria
Ubicación de las piscinas en la provincia de Soria
HERALDO

Como mínimo 10.000 euros se ve obligado a destinar un pueblo pequeño de la provincia para mantener abierta su piscina durante los meses de julio y agosto. Una cuantía que se incrementa ampliamente en el caso de los municipios más grandes o en aquellos recintos donde se ofrece mayor número de actividades. Es el caso de Tardelcuende, cuyo amplio complejo deportivo, que va mucho más allá de sólo la piscina, requiere una inyección cercana a los 34.000 euros, según indica el alcalde, Ricardo Corredor, de los que, entre entradas, alquileres y otros conceptos, llega a recuperar aproximadamente 27.000. Desde el punto de vista numérico, el negocio no resulta ni mucho menos rentable si bien para Corredor eso es casi lo de menos. El regidor ensalza el valor social y también económico para los negocios del municipio de mantener abiertas estas históricas instalaciones en verano.


La impresión de Corredor es el denominador común en todos los Ayuntamientos de la provincia. "Es deficitario pero es un servicio irrenunciable" por el interés que despierta tanto por parte de pequeños como de mayores, coinciden varios ediles consultados por este periódico.


La cantidad que finalmente dedica el Consistorio para cubrir todos los gastos viene dada por el volumen de asistencia, ligada por completo a las temperaturas. Por eso este verano, con los termómetros casi todos los días rondando los 30 grados y sin casi precipitaciones, está resultando en general muy bueno en las piscinas. De ahí que los regidores coincidan en mostrarse satisfechos con las cifras de usuarios. No en vano, a mayor afluencia y recaudación, menor será la cuantía que destine el municipio.


Rara vez los ingresos superan el desembolso de mantener abierta una piscina durante dos meses. Contratación de socorristas, productos como cloro, mantenimiento de exteriores y luz generan un gasto de al menos 10.000 euros. De ahí para arriba y siempre que no surjan imprevistos por averías o la realización de obras previas al verano de mejora o renovación de las instalaciones, actuaciones necesarias por el paso del tiempo. Es lo que ha sucedido en Almarza, donde se abrieron una semana más tarde al haber acometido una reforma. Pese a ello, se han incrementado los niveles de afluencia en lo que va de verano con respeto al anterior. Por la tarde acuden de media 200 personas y 80 por la mañana. La alcaldesa, Ascensión Pérez, confirma que la afluencia no sirve para cubrir gastos aunque el hecho de que sea un servicio y además "importante" para la comarca lo hace insustituible.


Almenar, que absorbe a público de toda la comarca, ha llegado este verano al centenar de entradas en un día. "A simple vista, se ve que la afluencia es mayor que el año pasado. Si el tiempo respeta, los niveles irán a más por lo que queda de agosto", indica José Manuel Lallana, el alcalde, quien precisa que el coste del servicio alcanza en el municipio los 10.000 euros "en un año normal en el que no surgen imprevistos", recuperando unos 7.000. "Es un desfase, pero es un buen servicio. No entenderíamos el verano sin la piscina". Es inconcebible, finaliza el alcalde.


En San Pedro acuden cada mañana "entre 40 y 60 personas", por encima de lo contabilizado el pasado año. El regidor, Jesús Hernández, se muestra "satisfecho".


En Los Rábanos, a falta de cerrar los datos, se aprecia un incremento "grandísimo" de público. No sólo por el calor sino por la mejora del recinto y los servicios que se ofrecen. Además, un sistema mediante placas solares permite que la temperatura del agua "no baje bruscamente" y permanezca estable. Cada vez más personas se desplazan de la capital al municipio para disfrutar de una jornada de piscina. El alcalde, Gustavo Martínez, indica que destinan cada verano entre 13.000 y 14.000 euros que en los últimos años prácticamente se cubre con la recaudación por entradas y bonos. La afluencia este verano está siendo tal que podría obtener un ligero beneficio que "emplearemos para invertir en nuevas mejoras".


En la capital, la piscina del San Andrés ha registrado 5.393 entradas durante julio, frente a las 9.053 de 2015 y las 5.824 de 2014. A eso se suman los 1.866 accesos a la semicubierta de La Juventud que el pasado año no había abierto todavía sus puertas.

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