Los libreros reclaman de nuevo a Educación que les anticipe el 80% del pago de las becas

A estas alturas de julio, las librerías aragonesas acumulan ya cientos de reservas de libros de texto. Tras el caos que provocó en el inicio de curso de 2015 el desabastecimiento de volúmenes de la LOE que convivieron con la implantación de la Lomce, las peticiones anticipadas aumentaron un 25% el año pasado. Y este verano son muchas las familias que han hecho sus deberes antes de comenzar las vacaciones.

Los libreros confían en que esta será una campaña tranquila, sin demasiadas filas y demoras. Lo que sí ha vuelto a reclamar el sector al Gobierno aragonés es un anticipo del pago de las becas de entre un 75 y 80% antes de finales de año, ya que normalmente, si no hay demoras, el Ejecutivo autonómico las abona alrededor de abril del siguiente ejercicio. Un adelanto que podría suponer una cantidad entre los 2,7 y 2,5 millones de euros, teniendo en cuenta que la partida destinada por la DGA a subvencionar material curricular asciende a 3.390.000 euros, según la convocatoria lanzada el pasado mayo. Estas ayudas, que son del 100%, llegarán al menos a 18.633 alumnos, de acuerdo con la resolución parcial.

Los beneficiarios acuden a las librerías, hay unas 195 en todo Aragón autorizadas para vender el material curricular, con un cheque que funciona a modo de ‘vale’. Estas les entregan los libros y esperan a que el Gobierno de Aragón les abone el montante. Y normalmente esperan meses, el año pasado recibieron este dinero en abril, ya que siempre se paga con cargo al presupuesto del año siguiente a cuando se conceden las becas.

"El problema es que nosotros ya en enero tenemos que liquidar el IVA de unas ventas que no hemos cobrado y adelantar el dinero a la editoriales, lo que en ocasiones obliga a buscar una financiación exterior", explica Óscar Martín, presidente de la Asociación de Librerías de Zaragoza. En octubre cada negocio envía ya a Educación un listado de los lotes expedidos, una información que, según comenta Martín, variará "un porcentaje mínimo" con la liquidación total del expediente que al final realice la DGA. No es la primera vez que los libreros reivindican sin éxito este anticipo, pero este año "parece que están más receptivos", dice con esperanza el vicepresidente del colectivo zaragozano.

No se esperan problemas

No se esperan horas de fila ante las puertas y mostradores de las librerías. Suelen producirse en septiembre, cuando las familias reciben el cheque de la beca concedida por el Ejecutivo autonómico, pero cada vez es más habitual que también en estos casos se opte por reservar. Las librerías, que se juegan parte de su facturación, dan facilidades. En algunos establecimientos los lotes se pueden encargar dejando una señal, que ronda los 20 euros, y en otros completamente gratis.

De momento, tampoco se prevé que haya retrasos con algún volumen concreto. "El problema de libros antiguos que no había en ‘stock’ está prácticamente superado. La mayoría de los institutos ya han incorporado los ejemplares adaptados a la nueva legislación, a excepción de unos pocos centros, por lo que no creemos que se produzcan problemas de falta de provisiones", señala Óscar Martín.

La asignatura pendiente un curso más es el plan de gratuidad, que se eliminó en 2002-2003 y se prometió para 2016. La DGA solo avanza que la idea no es volver al modelo anterior y se está trabajando en un sistema de préstamo que no haga recaer en las familias todo el gasto de la compra de los libros. La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar) lleva reclamando años la puesta en marcha de este programa. Mientras, mira hacia Madrid, que en breve sacará una nueva normativa que puede servir de ejemplo.