Lorente: "No hace falta un polígono en cada pueblo para que la gente se quede"

¿Ha hecho de la política su profesión?

Cuando entré en política estaba trabajando en una empresa privada, pero mi vocación es más la viticultura. Llevo 25 años dedicados al Ayuntamiento y a cambiar mi pueblo de arriba abajo: miles de horas de trabajo invertidas, pero contento y orgulloso porque el pueblo ha cambiado en infraestructuras y socialmente.

Su nombre se oyó entre los tres aspirantes a la presidencia de la DPZ, pero al final no pudo ser…

Eso fue cosa de periodistas. Nunca he pretendido presidir la DPZ y creo que está en buenas manos.

Usted estaba entre los delegados que apoyó a Susana Díaz, ¿qué tal las relaciones en el PSOE después de que ganaran los sanchistas?

El ruido interno del partido está eclipsando mucho la gestión que estamos haciendo desde las instituciones. Una vez que acabaron las primarias, todos somos de Pedro Sánchez. Hay que abogar por la integración y por reconciliar las posturas, los votantes esperan que seamos un partido unido.

Preside la Federación para el Desarrollo Integral de Valdejalón y Campo de Cariñena (Fedivalca), ¿qué acciones llevan a cabo?

Lo importante de los grupos Leader es que somos el único apoyo para ayudar a las iniciativas privadas de autónomos y pequeñas y medianas empresas del medio rural. Se suele dar un euro público por cuatro privados. Todos los años se apoyan muchas iniciativas y completamos las fichas financieras con los fondos que tenemos.

Cosuenda apenas ha perdido población en 25 años.

Seguimos con los 400 habitantes que teníamos. Cuando entré de alcalde, en 1995, había ocho niños en el colegio. En estos dos últimos cursos hemos tenido entre 27 y 29.

¿A qué se ha debido?

Hay jóvenes que han apostado por quedarse a vivir en Cosuenda. Los polígonos industriales de Cariñena, La Almunia y Épila han facilitado que la gente tenga trabajo a 15 minutos. Eso demuestra que no hace falta un polígono en cada municipio, basta con uno en la cabecera de comarca. Como segunda pata está el sector del vino. Hay gente con explotaciones de viñas como renta alternativa. Desde el Ayuntamiento hemos desarrollado muchos servicios públicos.

Y tienen hasta gimnasio y pádel…

Intentamos tener servicios que generen calidad de vida como en una ciudad. Una autónoma se encarga del centro cívico y de abrir estas instalaciones. Además, es uno de los pocos pueblos tan pequeños que hemos desarrollado cuatro unidades de ejecución. Eso ha servido para luchar por que la gente apueste por vivir aquí en unifamiliares con jardín en lugar de irse a un piso en La Almunia.

¿El suyo podría ser un ejemplo de lucha contra la despoblación?

Tampoco queremos ser ejemplo de nada, aunque sí hemos trabajado en todas las líneas posibles. En turismo hicimos un centro de interpretación, señalización de rutas turísticas por la sierra de Algairén... En agricultura, un embalse y el entubado de acequias de riego... En el año 97, cuando vimos que el colegio peligraba, trabajamos con los de Aguaviva y tratamos de atraer familias. Llegaron algunas, pero no salió bien. Luego vinieron años con cinco y seis nacimientos. Ahora hay un restaurante, dos bares, dos viviendas de turismo rural, carnicería, tienda de alimentación, estanco, una herrería… La iniciativa privada también ha hecho muchas cosas.

Recientemente mantuvieron una reunión entre la CHE, la comarca y técnicos del embalse de Mularroya. ¿De qué hablaron?

Cosuenda tiene que engancharse como sea al proyecto de Mularroya para que se eleven aguas hasta allí. Tenemos una zona de pozos que está sobre explotada. Hay que ganar tiempo antes de que se haga el recrecimiento. Incluso en el abastecimiento de la gente.

Han impulsado ya dos ediciones del festival de Pilar Bayona, ¿buscan así atraer turistas?

El objetivo es divulgar la música de cámara y la figura de Pilar Bayona, que veraneaba en el pueblo. Queremos sacar adelante un festival anual y traer artistas aragoneses de reconocido prestigio. Este año, todos los días hemos tenido a 200 personas en la iglesia.

Su lucha por La Lisalta (declarada BIC) acabó solicitando la expropiación forzosa de esta torre, ¿cómo está este asunto?

Hemos hecho un expediente muy laborioso porque el propietario, que es de Murcia, ha recurrido todo lo recurrible. El bien se ha valorado en 8.000 euros, más el plan director (3.000 €) y los impuestos. Ahora se lo vamos a ingresar al propietario y se ha encargado a la DPZ y a la DGA que hagan el proyecto de rehabilitación y nos ayuden a financiarla. Espero que en 2018 podamos meterle mano y hacer un mirador. También querríamos que se hiciera una excavación arqueológica en la antigua iglesia.

Se enfadaron mucho porque la DGA no ejerció el derecho de tanteo y retracto que podría haber facilitado que el monumento pasara a manos del Ayuntamiento.

Fue incomprensible que el Gobierno de Aragón no lo hiciera. Desde el Ayuntamiento llevábamos 20 años llevando papeles y mostrando interés por este icono y emblema del pueblo.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Tenemos un presupuesto de unos 650.000 euros. Nos queda seguir con el plan de calles, para cambiar tuberías, y terminar la circunvalación. Luego, restaurar el torreón y seguir con el entubado de acequias. Como proyecto esencial está la elevación de aguas de Mularroya. Vamos a luchar por esto, pero los regantes también tienen que implicarse.

¿Satisfecho con el plan Plus?

Sí. Estoy en la comisión informativa del área de Gestión de Servicios y Desarrollo Municipal de la DPZ. Soy un defensor del plan Plus. Creo que es la forma de garantizar a los ayuntamientos una cantidad fija por municipio y otra por habitante. Hemos quitado mucha burocracia y se da autonomía a los ayuntamientos.