Su gran capacidad de adaptación le convierte en un peligro para el resto de mustélidos. El visón americano continúa desplazando a hurones, jinetas y garduñas en varios puntos de la provincia. También amenaza al visón europeo. Las poblaciones parecen mantenerse pese a los esfuerzos de la Junta, que programa campañas específicas entre septiembre y febrero para no interferir en la reproducción de otras especies.

Cada año se capturan "decenas de ejemplares". Las trampas se colocan "en las subidas de los ríos", ya que este es "un mamífero semiacuático". Las jaulas "incluyen un número de serie y el logotipo de la Junta" para que quien las encuentre "no crea que son de un furtivo". Los trabajadores suelen revisarlas "a diario" o incluso "dos veces al día". Si se atrapan otras especies "se liberan automáticamente". Si se trata de un visón americano "se traslada a Soria y se le eutanasia" para que muera sin sufrimiento. Los cadáveres se envían a Burgos.

El tipo de trampeo varía en función de la zona. En aquellos puntos en los que el visón americano "está instaurado" y no hay presencia del europeo se hace "un intento de descaste". El objetivo: mantener las poblaciones al mínimo para que no afecten al resto. Los esfuerzos "se redoblan" cuando conviven ambos. En zonas como El Burgo de Osma, Ágreda o San Pedro Manrique "se trampea bastante". El riesgo, de acuerdo con los trabajadores del medio natural, es "alto", ya que el americano tiene "una gran capacidad de desplazamiento" y puede llegar a arrinconar al europeo "incluso por depredación".

"El americano es más prolífico. Tiene entre seis y ocho crías, de media, dos más que el europeo", explicaron. Destaca, asimismo, por tener "un rango alimentario mayor" y ser "más agresivo", comportamiento que le permite capturar "más presas". "Pertenecen a una especie muy oportunista. Son excelentes nadadores y trepadores", dijeron.

El verdadero problema, no obstante, es que "transmiten la enfermedad aleutiana", que causa pérdida de peso, vómitos y estrés y, en ocasiones, la muerte. Los casos suelen ceñirse a ejemplares criados en "granjas masificadas". En Soria "no se ha dado ninguno". Para cerciorarse, la Junta mantiene activo un protocolo de recogida de muestras de sangre para su posterior análisis. La suelta de un millar de ejemplares en Lubia en 2009 podría haber complicado la situación, aunque, hasta la fecha, "no se ha registrado ninguna incidencia de este tipo".

Las capturas no impiden que la población "se mantenga", aunque "tampoco va a más". La situación, de acuerdo con los trabajadores de medio natural, "no es alarmante", aunque sí merece la consideración del Ejecutivo. La regla es sencilla. "Cuanto más se trampea más ejemplares se recogen", razonaron. En casos como este, son partidarios de "intensificar las labores de contención" durante los primeros años. "Es preferible invertir 10.000 euros en un solo ejercicio que repartir esa cantidad en cinco. Sin una acción muy potente al principio, luego es imposible", indicaron. Los trabajadores consultados por este diario creen que este periodo "ya ha pasado"."Habrá que acostumbrarse"

La presencia del visón americano no ha pasado desapercibida para turistas y vecinos de la provincia. En septiembre, Raúl Ojeda, de Logroño, fotografió varios en Covaleda. Él los descubrió "junto al puente de piedra". Los trabajadores del medio natural admiten que la población "tendrá que acostumbrarse a vivir con esta especie invasora", que sigue los pasos del mejillón cebra o el alburno. Navarra y La Rioja tienen un problema parecido "con el castor" y en Madrid ocurre algo similar "con los mapaches".

El Ministerio de Medio Ambiente ya ha lanzado varios avisos al respecto a nivel nacional. El Ejecutivo central informa en su página web de que este pequeño mustélido "se ha expandido por Europa y España a partir de escapes o sueltas intencionadas ilegales" por parte de grupos animalistas. Su origen está "en granjas de cría en cautividad existentes para el comercio peletero". Esto ha provocado "su asilvestramiento en el medio natural".

Las partes coinciden en que esta especie podría causar "graves afecciones" al ecosistema local.