La obtención de madera de los bosques aragoneses se ha multiplicado por cinco en 4 años

El auge de la biomasa ha propiciado este gran aumento que, no obstante, aún es menor a las 600.000 toneladas que la DGA calcula que se podrían obtener.

La comunidad genera unas 600.000 toneladas de biomasa forestal cada año.
La obtención de madera de los bosques aragoneses se ha multiplicado por cinco en 4 años
Antonio García

Con un millón y medio de hectáreas cubierto por árboles -una tercera parte de la Comunidad- Aragón ha vuelto a mirar en los últimos años hacia sus bosques potenciando de forma exponencial la producción de madera.


Durante el 2014 se obtuvieron de los bosques aragoneses 159.600 toneladas de madera, una cantidad que multiplica por cinco las 31.500 toneladas que se talaron hacen tan solo cuatro años, en 2011, según los datos facilitados por la Dirección General de gestión forestal del Gobierno de Aragón.


Tan llamativo crecimiento se debe principalmente al auge que ha tenido en los últimos años el uso de la biomasa en Aragón, una nueva forma de energía verde que se basa en la combustión de desechos forestales (restos de podas, ramas...) o de madera en sí misma transformada mediante compactación.


“A la biomasa se dedica entre un 70 y un 75% de toda la madera que se obtiene en los últimos años. Su porcentaje sobre el total ha variado poco, pero el aumento de la demanda ha propiciado que cada vez sea mayor su aprovechamiento”, señala Roque Vicente, director general de gestión forestal del Gobierno de Aragón, quien recalca que esto ha hecho que los bosques hayan pasado de suponer un gasto para las entidades públicas y los propietarios privados a dar beneficios y proporcionar nuevas actividades económicas, aunque “siempre con la sostenibilidad como factor fundamental”.


Durante al año pasado los distintos aprovechamientos forestales -obtención de madera, caza, setas...- generaron unos 130 puestos de empleo estable y unas 29.000 jornadas de trabajo, dejando además un total de 8,5 millones de euros a sus propietarios. Un dinero que en su mayor parte va a parar a las arcas del propio Gobierno de Aragón y de los ayuntamientos, que gestionan directa o indirectamente hasta el 65% de la superficie arbórea de la Comunidad. Y la previsión es que esta cantidad siga aumentando, según recogen los planes anuales de aprovechamientos publicados para 2015 que hasta la fecha ha aprobado la DGA, los de las provincias de Zaragoza y Teruel.


“Cada vez son más los ayuntamientos que se deciden a licitar trabajos en los montes de su propiedad, algo que ahorra costes en limpieza forestal y que está ayudando a dinamizar el medio rural después de que, durante muchos años, no se tuviera en cuenta el recurso de la madera como una fuente de ingresos”, comenta Vicente, que achaca también parte de este movimiento a la reciente Ley de Montes aprobada por el Gobierno de Aragón, la cual nació con el objetivo de agilizar los trámites para poder explotar los recursos forestales.

El sector de la biomasa en Aragón reclama aún más madera


Pese al enorme aumento de los últimos tres años, la DGA sostiene que la producción de madera siempre se ha gestionado bajo la prioridad de la sostenibilidad. Según sus propios cálculos, las masas forestales de Aragón tienen un crecimiento anual de 1,9 millones de toneladas de materia seca, sin embargo, el umbral marcado por el Departamento de Medio Ambiente fija en 600.000 toneladas -tres veces menos- la cantidad máxima de madera que se puede obtener de los bosques aragoneses al año. Un tope todavía muy superior a las 160.000 taladas este año.


Y es que, a pesar de los esfuerzos por sumarse al 'boom' de la biomasa, los representantes del sector estiman que Aragón, pese a su potencialidad, sigue estando todavía en una posición desfavorable frente a otras Comunidades Autónomas. “Una buena parte de la madera que se obtiene en nuestros bosques se transforma en pellets -el conglomerado fundamental para generar calor por biomasa- en Navarra y Cataluña” señala Luis Solsona, representante de la asociación Observatorio de la Biomasa de Aragón, fundada en 2012 para aglutinar los intereses de las crecientes iniciativas de esta nueva energía verde.


En opinión de Solsona, hay dos problemas principales, el primero de ellos que “los aprovechamientos que pone a disposición el Gobierno de Aragón son claramente insuficientes”, lo que está provocando un aumento de los precios “porque se demanda mucha más madera de la que se oferta” y, el segundo, que las licitaciones que convocan el Gobierno y los ayuntamientos se las están llevando en muchos casos empresas de otras comunidades porque “no se está fomentando que haya empresas madereras fuertes en Aragón que puedan hacerles competencia”.


El resultado de todo esto, según el diagnóstico que realiza el representante del Observartorio, es que las distintas plantas e industrias ligadas a la biomasa que se han creado en Aragón en los últimos años, “cada vez trabajan con unos márgenes más ajustados y que el sector sea cada vez más inestable”.


En los últimos años se han instalados varias plantas ligadas a la biomasa en Aragón en Ejea, Ansó, Campo o Bea, y se calcula que ya hay más de 1.400 calderas funcionando con esta energía en la Comunidad, la mayoría de ellas (800) destinadas al uso doméstico en viviendas unifamiliares o comunidades de vecinos.