CHINA

Una red de espionaje cibernético controlaba desde China al Dalai Lama y a cien países

Investigadores canadienses han destapado a los piratas informáticos, que pudieron robar documentos de la oficina del líder tibetano.También se habían infiltrado en Gobiernos de Irán, Alemania y en la sede de la OTAN.

El líder espiritual Dalai Lama.
Una red de espionaje cibernético controlaba desde China al Dalai Lama y a cien países
Toru YAMANAKA/AFT

Investigadores canadienses informaron ayer de que han descubierto una red al parecer china de espionaje cibernético especializada en el control de los sistemas informáticos del Dalai Lama y exiliados tibetanos en todo el mundo, así como en ministerios, embajadas y oficinas diplomáticas de numerosos países.

 

Los investigadores, un grupo de seguimiento de la ciberdelincuencia denominado 'The Information Warfare Monitor' y centrado en el uso de la red como dominio bélico estratégico, explicaron que los 'hackers' chinos entraron en los sistemas informáticos de la organización del Dalai Lama en la India, Bélgica, el Reino Unido y Estados Unidos y pudieron robar documentos contenidos en el ordenador de la oficina privada del líder tibetano. Pero el grupo canadiense también desveló que los piratas informáticos se habían infiltrado en los sistemas del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, las embajadas de países como Alemania, Portugal, la India, Corea del Sur y Taiwán, así como medios de comunicación y un ordenador en la sede de la OTAN.

 

"Cerca del 30% de los ordenadores infectados pueden ser considerados como de alto valor e incluyen los Ministerios de Asuntos Exteriores de Irán, Bangladesh, Letonia, Indonesia, Filipinas, Brunei, Barbados y Bután", afirmaron los investigadores a través de un comunicado. El equipo del Centro para Estudios Internacionales Munk de Toronto informó de que al menos 1.295 ordenadores en 103 países habían sido sufrido los ataques de este sistema de espionaje en menos de dos años, que ellos han apodado 'GhostNet' (Red Fantasma).

 

Según el informe divulgado ayer en la red por el Munk Center for International Studies de la universidad canadiense, no es posible atribuir con certeza la autoría del espionaje de la red, aunque precisan que tres de los cuatro servidores de control están en provincias chinas y el cuarto en California (Estados Unidos).

 

Los autores del informe trabajan bajo el patrocinio del SecDev Group, una consultora de Otawa especializada en regiones en riesgo de violencia, y el Laboratorio Ciudadano de la Universidad de Toronto. En su opinión, no puede concluirse definitivamente que el espionaje implique al Gobierno chino, pese a que el control del sistema parte de ordenadores en China casi exclusivamente, ya que dado el número de internautas chinos le corresponde al país una tasa equivalente de ciberdelincuencia.

 

Sin embargo, el origen de la investigación está relacionado con la petición de la oficina del Dalai Lama en Dharamsala (norte de la India) para que los expertos analizaran su red de ordenadores, donde habían sido sustraídos virtualmente documentos y cuyos micrófonos y cámaras web eran activados mediante control remoto.

 

El diario 'The New York Times', que tuvo acceso a las "huellas digitales de los espías", dice que uno de los posibles rastros de la implicación oficial de China es la llamada recibida por un diplomático no identificado nada más ser invitado por el Dalai Lama para presionarle y que no fuese a la cita.

 

No han encontrado evidencias de que las oficinas gubernamentales de Estados Unidos hayan sido espiadas, aunque un ordenador de la OTAN fue monitorizado por los espías durante medio día y ordenadores de la embajada de la India en Washington fueron atacados, según detalla el informe.

 

Los investigadores concluyeron que los ordenadores responsables de las intrusiones tenían base en China, sin embargo declinaron apuntar a que el Gobierno chino estuviera envuelto en el sistema, que según ellos está aún activo.

Mundo turbio

"Tenemos que ser más cuidadosos sobre ese tema, conociendo el matiz de lo que ocurre en los mundos subterráneos", explicó Ronald Deibert, miembro del grupo de investigación Munk con base en la Universidad de Toronto. "Bien podría ser la CIA o los rusos. Es un mundo turbio del que estamos levantando la tapa", añadió.

 

Un portavoz del consulado chino en Nueva York rechazó la idea de que la potencia asiática estuviera envuelta en la trama. "Son viejas historias sin sentido", declaró Wenqui Gao a 'The New York Times'.

 

La red espía que han encontrado poseía unas características de "estilo Gran Hermano", permitiendo, entre otras cosas, encender la cámara y funciones de grabación de audio en ordenadores infectados, explicó el periódico en su reportaje.