Un grupo de integrantes del grupo opositor Damas de Blanco fueron golpeadas ayer en La Habana por una turba de partidarios del Gobierno y después fueron detenidas cerca de la oficina del presidente cubano, Raúl Castro. Las mujeres se manifestaban de forma pacífica para exigir la libertad de sus maridos, disidentes presos en cárceles cubanas.

Las diez Damas de Blanco estaban reunidas en un parque en las inmediaciones de la plaza de la Revolución, en La Habana, donde se encuentran las oficinas del Gobierno y la sede del Partido Comunista.

Las mujeres llevaban camisetas con las caras y los nombres de sus esposos, pero no llevaban enseñas ni pancartas. "Estamos aquí para pedir la libertad de nuestros maridos y no nos iremos hasta que ellos sean liberados o nosotras arrestadas. Hemos esperado demasiado tiempo, queremos hablar con el nuevo presidente", declaró Laura Pollán, esposa del periodista Héctor Maseda.

Momentos después llegó un autobús y cerca de 20 mujeres policías trataron de arrestar a las manifestantes, que se sentaron en la acera, se agarraron de los brazos y se negaron a moverse.

Además, un centenar de partidarios del Gobierno, la mayoría mujeres, salió de los edificios gubernamentales cercanos y rápidamente se metió en la refriega, empujando a las manifestantes, levantándolas y metiéndolas a la fuerza en el autobús mientras les proferían todo tipo de insultos.

Los maridos y otros familiares de las Damas de Blanco fueron arrestados durante la conocida como primavera negra de 2003, cuando 75 opositores al Gobierno de Fidel Castro fueron condenados a largas penas de prisión.