TERRORISMO

Un jurado británico declara culpables a tres musulmanes acusados de intentar derribar aviones en vuelo

Pretendían volar los aparatos con explosivos líquidos.

Tres musulmanes británicos acusados de conspirar en 2006 para hacer estallar aviones comerciales en vuelos transatlánticos fueron declarados culpables este lunes por un tribunal de Londres de confabularse para matar a miles de personas. Tras un juicio en el tribunal de Woolwich (sur de Londres), el jurado integrado por doce personas halló culpables de "planear matar a personas" a tres de los ocho miembros de una célula islámica radical acusados de conspirar para perpetrar atentados terroristas en aviones comerciales con explosivos líquidos.


La fiscalía había acusado a los ocho musulmanes de querer perpetrar "una matanza incluso más cruenta que la causada por los atentados del 11 de setiembre del 2001" en Nueva York y Washington.


Abdulla Ahmed Ali, de 27 años, Assad Sarwar, de 28, y Tanvir Hussain, de 27, se habían declarado culpables de los cargos de conspirar para causar explosiones y del cargo de alteración del orden público al divulgar vídeos con amenazas de atentados suicidas. El jurado no logró ponerse de acuerdo sobre los otros cuatro acusados, mientras que un octavo hombre fue absuelto.


Según la acusación, miles de personas habrían podido morir en una ola de ataques suicidas contra aviones comerciales que iban a despegar del aeropuerto londinense de Heathrow hacia ciudades en América del Norte. La fiscalía aseguró en el juicio que el blanco de los acusados eran siete aviones comerciales que iban a despegar con sólo unas horas de diferencia, lo que habría hecho imposible una intervención de las autoridades.


Los procesados, en su mayoría de origen paquistaní, fueron arrestados en agosto del 2006 en Londres y Birmingham, tras una investigación que costó 30 millones de libras (casi 60 millones de dólares).


Según el plan descubierto por la policía, los acusados pretendían llevar explosivos líquidos en botellas que simulaban ser bebidas gaseosas. Ese plan frustrado por la policía británica provocó el endurecimiento de las medidas de seguridad en casi todos los aeropuertos, donde se prohibió también a los pasajeros viajar con líquidos.


El plan terrorista también provocó la suspensión de más de mil vuelos en plena temporada veraniega en Europa, lo que causó un caos en los aeropuertos británicos.