SEGÚN 'LE MONDE'

Sarkozy quiere retrasar progresivamente la edad legal de jubilación a 63 años

El presidente francés, cuyo Gobierno pretende presentar a la vuelta de las vacaciones un proyecto de ley que debería ser aprobado en otoño para su entrada en vigor antes de fin de año, quiere que la jubilación voluntaria se atrase un año, hasta los 61, en 2015, otro más en 2020 hasta los 62 y, por último, un tercero hasta los 63 años en 2030, señala el rotativo galo.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en febrero lanzó la reforma del sistema de pensiones, pretende retrasar la edad de jubilación legal progresivamente de los 60 años en la actualidad a 63 años en el horizonte de 2030, según informa 'Le Monde'.


Sarkozy, cuyo Gobierno pretende presentar a la vuelta de las vacaciones un proyecto de ley que debería ser aprobado en otoño para su entrada en vigor antes de fin de año, quiere que la jubilación voluntaria se atrase un año, hasta los 61, en 2015, otro más en 2020 hasta los 62 y, por último, un tercero hasta los 63 años en 2030, señala 'Le Monde' en su sitio internet.


El vespertino indica que se trata de una hipótesis para intentar equilibrar el régimen de pensiones -que en Francia ya es deficitario-, y que si no fuera posible imponer esa modificación, habría que endurecer las condiciones para la jubilación a los 60 años, instituida en 1982 por el entonces presidente, François Mitterrand.


Este endurecimiento de las condiciones sería bien aumentando el periodo de cotización necesario para cobrar una pensión completa (que ahora es de 41 años), bien con penalizaciones para los que dejen de trabajar de forma prematura.


Una fuente próxima al jefe del Estado, que señaló que no se ha tomado una decisión al respecto, consideró además muy improbable la equiparación de las reglas del cálculo de pensión de los funcionarios con las de los asalariados del sector privado.


Para los primeros, la pensión se basa en el sueldo de los seis últimos meses, mientras que para los trabajadores del sector privado el cálculo se hace a partir de los 25 años de la vida activa con los salarios más elevados.


El Gobierno conservador francés, que abrió en abril una ronda de contactos con los sindicatos y la patronal sobre esta reforma, ha asegurado que se van a poner encima de la mesa todos los parámetros para garantizar a largo plazo el equilibrio financiero del sistema.


Según el grupo de expertos que conforman el Consejo de Orientación de las Pensiones, y que deben presentar en unas semanas sus previsiones, el déficit del sistema público francés de pensiones, que alcanzó los 11.300 millones de euros en 2009, se multiplicará por cinco en 2030 en los escenarios más favorables.