FRANCIA

Sarkozy condena el "odioso" asesinato del rehén

España se solidariza con Francia y afirma que la muerte de Germaneau no cambiará la estrategia a seguir sobre los dos cooperantes.

La Justicia investiga la presunta financiación ilegal a Sarkozy
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EFE

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, confirmó el asesinato del francés Michel Germaneau y justificó el apoyo militar que Francia dio la semana pasada a Mauritania en una operación contra una base de terroristas de Al Qaeda en Mali, donde se creía que podía estar el rehén francés.

"Teníamos el deber de llevar a cabo ese intento" porque había un ultimátum para asesinarle, dijo el presidente, anticipándose ya a las críticas que han empezado a surgir entre algunas de las fuerzas de la oposición que, unánimemente, han condenado el asesinato de Germaneau.

Sarkozy calificó el asesinato del ciudadano francés de "bárbaro y odioso." Germaneau, de 78 años, fue "asesinado a sangre fría" por "gente que no tiene ningún respeto por la vida", dijo el jefe del Estado francés al término de la reunión de urgencia del consejo de seguridad y defensa, que convocó en el Elíseo para analizar el caso.

Sobre Germaneau pesaba un ultimátum de los terroristas que, según Sarkozy, no era más que "el anuncio de un asesinato programado".

La máxima responsable del Partido Socialista, Martine Aubry, subrayó que deberán aclararse las "espantosas" condiciones de su retención y ejecución, mientras que el Partido de Izquierda critica la intervención militar de Francia en una operación llevada a cabo "sin mandato internacional".

Para el Nuevo Partido Anticapitalista, la ejecución "marca el completo fiasco de la operación de las fuerzas especiales francesas, con apoyo del ejército mauritano, en el norte de Malí". Sin embargo, desde la gubernamental Unión por un Movimiento Popular se aseguró que el anuncio del presidente confirma un desenlace que se temía, dadas las "dificultades" de diálogo con los terroristas.

Sarkozy precisó que "en el marco de la cooperación que Francia aporta a los países del Sahel amenazados por Al Qaeda", aceptaron que las fuerzas francesas "apoyasen a Mauritania", país que, tras ser informado de un ataque inminente de un grupo terrorista en su territorio, decidió realizar "una acción preventiva".

El "deber" de intentarlo

El campo de base de ese grupo, agregó, "era susceptible de ser el lugar de detención de Michel Germaneau". Y convencidos como estaban de que Germaneau "estaba condenado a una muerte segura", tenían, a juicio de Sarkozy, "el deber de realizar esa tentativa" para liberarle de sus "carceleros".

Desde España, el Gobierno expresó su "más firme condena" por el fallecimiento y reiteró su "plena solidaridad" con Francia "en la lucha contra la violencia terrorista", según el comunicado emitido por Presidencia.

Por su parte, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó que esta muerte no hará cambiar la estrategia española respecto a los cooperantes españoles secuestrados en Mauritania, Ángel Vilalta y Roque Pascual.