RUSIA/ LIBIA

Putin y Gadaffi abren la puerta a una OPEP del gas

Moscú y Libia han estrechado lazos con una visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Tripoli. Allí, se encontró con el líder libio Muammar Gadaffi, reunión de la que salió un listado de acuerdos que abre la puerta a la creación de un nuevo cártel de países exportadores de gas similar a la actual Organización de Países Productores y Exportadores del Petróleo, más conocida como OPEP. Además, Rusia se comprometió a condonar la deuda histórica de Libia, valorada en 4.600 millones de dólares, a cambio de contratos preferentes con determinadas empresas y la compra de armas a compañías rusas.


Putin se declaró ante los periodistas "satisfecho" por los resultados de esta cumbre. "Estoy convencido de que hemos encontrado un proyecto que beneficiará a las economías rusa y libia y a las poblaciones", aseguró, en referencia a un pacto de diez puntos que podría ser el precedente de una organización a nivel internacional que agrupe a distintos estados productores de gas. "Respaldamos la idea de establecer una organización de países productores y exportadores de gas a semejanza de la OPEP", afirmó Gadaffi, según informaciones de la agencia Jana.


De esta forma, se abre la puerta de forma clara a una idea que llevaba tiempo sobrevolando en distintos países para la defensa de los intereses comerciales, aunque por el momento sólo hay palabras, ya que los contratos de venta de gas tienen un carácter más a largo plazo que en el sistema que rige para el petróleo. Respecto a una posible organización del gas, la Unión Europea y Estados Unidos se han expresado en contra, entendiendo que puede suponer un peligro para la seguridad energética global y la estabilidad de los precios, postura contraria a la mantenida por actores como Rusia, Irán, Qatar, Venezuela, Nigeria o Argelia.


Deuda por contratos


Durante el encuentro de Putin con Gadaffi, se acordó la condonación de la deuda Libia, valorada en unos 4.600 millones de dólares (2.900 millones de euros). A cambio de este gesto, Moscú exige "contratos multimillonarios para compañías rusas", como declaró el viceprimer ministro ruso, Alexei Kudrin. El premio gordo se lo llevará el monopolio de ferrocarriles RZD, al que se le encargará la construcción de un tramo ferroviario de 500 kilómetros entre Bengasi y Sirte y cobrará por ello 2.200 millones de euros.


El presidente ruso señaló que estos compromisos supondrán un beneficio tanto para las industrias de defensa rusas como del potencial de defensa libio, según informaciones de Itar Tass recogidas por otr/press. Y es que fuentes de Defensa confirmaron que en los próximos días ambos países firmarán un contrato de varios cientos de millones de dólares que supondría la modernización armamentística libia con sistemas antiaviones, cazas de combate, helicópteros e incluso buques.