ALIANZA ATLÁNTICA

"EE. UU. no estará en Afganistán para siempre"

El general que ha relevado a McChrystal al frente de las tropas de la OTAN señala ante el Senado que las "duras batallas" continuarán y que podrían intensificarse estos meses.

Varios pacifistas muestran su rechazo a la guerra de Afganistán en el discurso de Petraeus, ayer.
"EE. UU. no estará en Afganistán para siempre"
SMIALOWSKI/AFP

El general David Petraeus, nombrado responsable de las tropas de EE. UU. y de la OTAN en Afganistán, afirmó ayer ante el Senado que su país no permanecerá en el país asiático "para siempre" y que la estrategia de salida dependerá de las condiciones sobre el terreno.

Petraeus acudió ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado para una audiencia de confirmación, tras ser nombrado por el presidente Barack Obama como reemplazo del general Stanley McChrystal, que renunció tras una polémica entrevista con la revista 'Rolling Stone'.

La audiencia estuvo dominada por las divisiones entre demócratas y republicanos en torno a la estrategia militar en Afganistán, en particular por la fecha de julio de 2011 que Obama ha fijado para comenzar el repliegue de las tropas estadounidenses en dicho país. Sobre esa fecha, Petraeus explicó ante el Comité que no se planteó únicamente para consumo interno -la guerra afgana, iniciada en 2001, es ahora el conflicto más prolongado de EE. UU.- sino también como un mensaje "para Kabul" de que no estarán allí "para siempre".

"Pero estaremos allí, supongo que durante bastante tiempo", esclareció Petraeus, considerado el organizador del aumento de las tropas en Iraq en 2007 y que contribuyó a reforzar el combate contra Al Qaeda y cambiar la marcha de ese conflicto.

Así, Petraeus reafirmó el compromiso de EE. UU. a largo plazo en Afganistán, si bien advirtió: "Creo que las duras batallas continuarán. De hecho, podrían intensificarse en los próximos meses".

A sus espaldas, activistas contra la impopular guerra en Afganistán sostuvieron pancartas con mensajes como "No más guerras" y "Nuevo general, viejo cementerio", para expresar el descontento con la escalada del conflicto.

La situación en Afganistán es muy distinta a la de Iraq, y en los pasillos del Congreso hay mucha preocupación sobre el resurgimiento de los talibanes, las demoras en la ofensiva en la provincia de Kandahar y los continuos problemas de corrupción en el Gobierno afgano. En ese sentido, el presidente del Comité, Carl Levin, indicó que los retos en Afganistán son "tan complejos o más aún" que los que heredó Petraeus cuando asumió el mando en Iraq hace tres años, porque el progreso ha sido irregular y el número de bajas de las tropas internacionales ha sido mayor. "Aunque ha habido un regreso a la normalidad en la provincia de Helmand, la actividad de los insurgentes y su violencia siguen amenazando el gobierno y el desarrollo en el sur", donde hay pocas tropas afganas a la cabeza de las operaciones bélicas, señaló Levin.

Mientras, el senador republicano y ex candidato presidencial, John McCain, afirmó que Afganistán "no es una causa perdida" y que los afganos no quieren el retorno de los talibanes.