REFORMA POLÍTICA

«El momento del cambio ha llegado», dice EE. UU.

La Unión Europea aumenta también la presión sobre el presidente Mubarak para que permita ya una «transición pacífica».

Dos egipcios trasladan a un herido durante los enfrentamientos en la plaza de Tahrir, ayer en El Cairo.
«El momento del cambio ha llegado», dice EE. UU.
MANUEL DE ALMEIDA/EFE

La Casa Blanca indicó ayer, a través de su portavoz Robert Gibbs, que «el momento del cambio» ha llegado para Egipto, tal y como le habría transmitido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a su homólogo egipcio, Hosni Mubarak. «La transición debe comenzar ahora», dijo Gibbs, quien señaló, en relación a los posibles cambios hacia una transición, que «ahora significa ahora».


Durante una rueda de prensa, Gibbs aseveró que desde Estados Unidos se están «observando» los acontecimientos de Egipto y «preparándose» para lo que pueda acontecer. «Nos estamos preparando para una gran cantidad de escenarios», destacó.


El portavoz de la Casa Blanca se tuvo que enfrentar a la pregunta de un periodista que le planteó si Washington considera a Mubarak un dictador. «La Administración cree que el presidente Mubarak tiene una oportunidad de demostrar al mundo lo que es exactamente comenzando la transición que el país necesita tan desesperadamente», se limitó a comentar.


Además, la Casa Blanca reiteró su «firme condena» a los actos de violencia en las calles de El Cairo e indicó que si el Gobierno ha instigado alguna acción de ese tipo, «debe cesar inmediatamente». La Unión Europea siguió el ejemplo de Estados Unidos y aumentó la presión sobre Mubarak, a quien exigió que responda «a la voluntad de su pueblo» y abra inmediatamente el camino a una «transición pacífica».


Sin pedir explícitamente su dimisión, la alta representante comunitaria, Catherine Ashton, insistió en que el líder de Egipto durante los últimos 30 años tiene que «escuchar ya» al pueblo. «Hemos sido muy claros acerca de que Mubarak debe responder a la voluntad de su pueblo y debe estudiar con mucho cuidado qué hacer», afirmó Ashton en unas declaraciones conjuntas con el nuevo ministro tunecino de Exteriores, Ahmed Abderraouf Ouna.


Poco después, en el pleno del Parlamento Europeo , la jefa de la diplomacia comunitaria reiteró que las autoridades egipcias han de avanzar «rápidamente» hacia un gobierno de «amplia base» que prepare el camino a unas elecciones «libres y justas». Su mensaje sigue la línea del expresado por el presidente Obama.


Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, mantuvo una cierta prudencia y llamó al diálogo entre las fuerzas políticas para garantizar un paso pacífico hacia la democracia pluralista. Más claros fueron varios grupos de la izquierda de la Eurocámara, que exigieron a Mubarak que abandone inmediatamente el poder y criticaron la ambigüedad de las instituciones europeas. «No pida calma (...) La manera de tranquilizar la situación es que Mubarak se vaya», clamó el siempre vehemente Daniel Cohn-Bendit (Los Verdes) ante Ashton.

Profunda reflexión

Además de lanzar un mensaje de apoyo a los manifestantes y a la democracia en el norte de África, un buen número de fuerzas parlamentarias reclamó una reflexión sobre la política que Europa ha estado desarrollando durante años hacia sus socios de la orilla sur del Mediterráneo.


«Tenemos que sacar conclusiones de las políticas complacientes hacia los enemigos de la libertad», advirtió en nombre del conservador Partido Popular Europeo (PPE) el español José Ignacio Salafranca. «Cometimos un error magistral: apoyar regímenes corruptos en favor de la estabilidad. Es un error que tenemos que corregir ahora», añadió la socialista Véronique De Keyser.


El líder liberal Guy Verhofstadt opinó, por su parte, que Europa «no ha entendido bien la importancia histórica del momento» y lamentó que la UE no haya sido capaz de apoyar abiertamente y desde el principio las manifestaciones en favor de la democracia.


Mientras, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que sería «completamente inaceptable» que el régimen egipcio esté de alguna manera respaldando la violencia contra los manifestantes.


El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidió que se ponga en marcha «un proceso de transición concreto sin demora» en Egipto y que eso se lleve a cabo «sin violencia». Sarkozy, que no hizo referencia explícita a si Mubarak debería participar en esa transición, subrayó en un comunicado del Elíseo que el objetivo es que el proceso «permita responder al deseo de cambio y de renovación manifestado con fuerza por la población».


En la misma línea, Alemania urgió nuevamente al presidente egipcio a iniciar la transición democrática en el país. «Las escenas de violencia en las calles de El Cairo nos hacen preguntarnos si los dirigentes políticos de Egipto han entendido la necesidad de una rápida reconstrucción democrática», afirmó el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle.