Los narcotraficantes mexicanos, que producen más de 20.000 toneladas de marihuana al año, ni sudan ni se acongojan ante al referéndum en California (EE. UU.) sobre la legalización de la hierba, pues cualquier resultado les favorece mientras exista demanda.

Mientras haya un diferencial de precios entre los mercados de Estados Unidos y México, los cárteles de las drogas seguirán traficando hacia el norte. Actualmente, un cigarrillo de marihuana cuesta en México un dólar (0,7 euros), mientras en Estados Unidos vale 10 (siete euros) en el mercado ilegal y 18 (13 euros) en el legal (con fines terapéuticos).

Si la próxima semana se legaliza en California su consumo, el precio podría quedar en 15 (casi 13 euros), y en México seguirá costando un dólar. Según los expertos, mientras se mantengan esos precios, los cárteles mexicanos van a seguir traficando para completar parte del mercado estadounidense, el mayor consumidor de drogas.

El magnate estadounidense George Soros dijo que los "mayores beneficiarios son las organizaciones criminales de México", que ganan miles de millones de dólares con ese comercio ilegal y que perderían esa ventaja si la marihuana fuera legal.

Para el especialista en Seguridad Pablo Monsalvo, de la Universidad Iberoamericana, si se legaliza, el golpe a la delincuencia organizada sería mínimo pues tiene la capacidad de moverse a otro negocio ilícito. Coincide José Luis Piñeyro, de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien añade que los afectados serían los campesinos que la cultivan en México.