Más de 25 heridos en las protestas que pedían la salida inmediata del rey del Palacio de Katmandú

Cientos de manifestantes lanzaban piedras contra el Palacio, por lo que enseguida intervino la Policía, que intentó disolver la protesta golpeándoles con palos de bambú. "Gyanendra, ladrón, deja el Palacio", gritaban los manifestantes.

Más de 25 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre policías y manifestantes que se concentraron para pedir la salida inmediata del rey Gyanendra del Palacio de Katmandú un día después de que se aboliera la Monarquía.


Cientos de manifestantes lanzaban piedras contra el Palacio, por lo que enseguida intervino la Policía, que intentó disolver la protesta golpeándoles con palos de bambú. "Gyanendra, ladrón, deja el Palacio", gritaban los manifestantes.


Los enfrentamientos se produjeron horas después de que la bandera real fuera retirada de la torre principal del Palacio como parte de los actos de celebración del fin de una Monarquía con 239 años de existencia.


La bandera había sido la insignia de la dinastía Shah, pero a partir de esta tarde será la bandera nacional la que ondee en la torre principal del Palacio real. La Asamblea Constituyente ha pedido al Gobierno que convierta el Palacio en un museo y ha dado instrucciones para que ordene a Gyanendra que abandone en los próximos 15 días la que ha sido su residencia desde junio de 2001.


Muchos periódicos nepalíes también festejaban en sus páginas la llegada de la república. "Viva la República", se podía leer en la portada del 'Kathmandu Post'. "Una esperanza ha nacido", señalaba el diario 'Himalayan Times'.


Festejos en las calles



Desde primeras horas de la mañana la capital nepalí se iba llenando de gente que salía de nuevo a continuar con las celebraciones. "Esta es la victoria de la gente", gritaban mientras marchaban por las calles y afirmaban sentirse "orgullosos" de ser nepalíes.


"Estoy muy feliz de que seamos una república. Ahora habrá paz. No creo que nadie eche de menos al rey o que se derrame ninguna lágrima", afirmó Rupesh Ranjitkar, un estudiante de 25 años.


Pero la nueva república que acaba de nacer en Nepal se enfrenta ahora a muchos retos. Se espera que los maoístas, que consiguieron 220 escaños en las elecciones parlamentarias del mes pasado, lideren el nuevo gobierno.


Sin embargo, miles de ex rebeldes maoístas están todavía confinados en campos y el grupo insiste en que deben ser integrados en el Ejército. No obstante, esta institución, que siempre ha sido considerada la más leal a la Monarquía, ha rechazado esta posibilidad en multitud de ocasiones.


Además, los maoístas se enfrentan al reto de liderar un gobierno en uno de los países más pobres del mundo. Durante la campaña electoral, prometieron entregar tierras a campesinos, en un país en el que más del 80 por ciento de sus 20 millones de habitantes viven en granjas. Por otro lado, prometieron impulsar la creación de empleo entre los jóvenes.


El Gobierno de Estados Unidos, que todavía considera a los maoístas una organización terroristas, ya ha dado su apoyo a la república. "Este es otro excitante hito en el desarrollo democrático de Nepal", señaló la Embajada norteamericana en un comunicado.