El Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado al embajador iraní en España, Morteza Saffari Natanzi, tras la detención por parte de la policía iraní durante cuatro horas y media del consejero encargado de Asuntos Consulares de la Embajada española en Teherán, Ignacio Pérez Cambra.

Según fuentes diplomáticas, Pérez Cambra fue arrestado por seis hombres de paisano a las puertas de la legación diplomática española en la capital iraní, que este lunes fue escenario de manifestaciones de la oposición que habían sido prohibidas por el régimen.

Fuentes del Departamento español de Asuntos Exteriores y de Cooperación han precisado a que el embajador iraní en España ha sido convocado por el director general para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo, Juan González Barba.

El Ministerio que dirige Trinidad Jiménez enviará además una nota verbal de protesta a las autoridades iraníes por lo que consideran un asunto «inaceptable» y «muy grave». Asimismo, el Departamento español ha suspendido la visita de un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní que iba a venir a Madrid en los próximos días.

Exteriores también ha enviado un telegrama informativo a los países de la Unión Europea para poner en su conocimiento lo ocurrido con su representante diplomático.

Revueltas en Teherán

Las fuerzas de seguridad iraníes han lanzado gases lacrimógenos para dispersar a los miles de personas que se manifestaron en Teherán este lunes en una protesta prohibida por las autoridades inspirada por los recientes levantamientos populares en Egipto y Túnez, según un testigo.

«Hay miles de personas marchando (...) no están cantando eslóganes (...) las fuerzas de seguridad han lanzado gases lacrimógenos para dispersarlas cerca de la plaza del Imán Husein», ha indicado el testigo.

La marcha era una prueba de fuerza para la oposición reformista en el país, que no se había echado a las calles desde diciembre de 2009, cuando fueron abatidas nueve personas. Importantes efectivos de policía y de las fuerzas de seguridad habían sido desplegados en las principales plazas de la capital provistos de material antidisturbios y patrullando las calles en moto.

En algunos puntos se han producido pequeños incidentes, según testigos. Los teléfonos móviles no estaban operativos en las zonas donde se produjeron las protestas. «Había miles de personas que marchaban hacia la plaza Azadi. Hubo algunos altercados. He podido ver humo, pero no estoy seguro de si eran gases lacrimógenos o no», ha indicado otro testigo.

Los manifestantes recorrieron las calles Enghelab y Azadi (Libertad), que llevan a la plaza Azadi, escenario frecuente de protestas en Teherán y dominada por un gran arco de mármol blanco. Cientos de personas también han marchado en las ciudades de Isfahan y Shiraz, según testigos.

Musavi y Karubi no pueden asistir

Entretanto, las fuerzas de seguridad han rodeado las viviendas de los líderes opositores Mirhosein Musavi y Mehdi Karubi para evitar que se sumaran a la marcha, según han informado sus páginas web.

«Mirhosein Musavi y (su mujer) Zahra Rahnavard siguen intentando abandonar su casa y unirse a las protestas (...) pero las fuerzas de seguridad están impidiéndoselo. Las fuerzas de seguridad han amenazado incluso a los guardias de Musavi con no permitirles abandonar la casa de ninguna manera», ha indicado la web del político opositor, Kalame.

Detenidos en Isfahan

Las fuerzas de seguridad iraníes se han enfrentado con partidarios de la oposición en la ciudad de Isfahan, en el centro del país, y han procedido a la detención de decenas de manifestantes que participaron en una marcha prohibida en respaldo a las protestas en Egipto y Túnez, según un testigo. «Ha habido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en Isfahan y decenas de personas han sido detenidas», ha relatado un testigo.

Según informa la web Kaleme del líder opositor Mirhosein Musavi, miles de personas se han echado a las calles de forma pacífica tanto en Isfahan como en Shiraz. Las fuerzas de seguridad, entre las que había agentes de paisano, han actuado con gran violencia para tratar de dispersar a los manifestantes.