RUSIA

Los incendios amenazan más de 200 localidades cercanas a Moscú

Desde comienzos del verano han ardido más de 400.000 hectáreas en el país. Cerca de 250.000 personas luchan contra el fuego.

Una mujer camina cerca del cementerio de Beloomut, a 130 kilómetros de Moscú.
Los incendios amenazan más de 200 localidades cercanas a Moscú
ANDREY SMIRNOV/AFP

Las autoridades de Rusia admitieron ayer que los incendios forestales, que han causado 28 muertos y calcinado centenares de miles de hectáreas, son graves, pero están bajo control gracias a los casi 250.000 hombres que luchan contra el fuego. "Pese a los pronósticos (meteorológicos) adversos, la agrupación de fuerzas que se creó, la adopción de medidas de prevención y el empleo activo de la aviación (...) permiten controlar la situación", dijo un portavoz del ministerio de Rusia para situaciones de emergencia, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass. Los diferentes focos de incendios aún activos en la zona de Moscú amenazan ya a más de 200 localidades de las regiones de Moscú, Voronezh, Nizhny Novgorod y Mordovia, según informó el director del Centro Nacional para situaciones de crisis, Vladimir Stepanov, y recoge la agencia de noticias RIA Novosti. El fuego ha devastado ya 121.500 hectáreas y en las últimas 24 horas han quedado destruidas más de un millar de casas, según los últimos datos del Ministerio de Emergencias. Desde el comienzo de verano, las hectáreas quemadas superan las 400.000. A las fuerzas de Emergencia se sumaron ayer los efectivos de las Fuerzas Armadas, tal y como ordenó la víspera el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev. "Todas las fuerzas de las que disponemos, todos los equipos y destacamentos de bomberos se han incorporado plenamente (a la tarea)", dijo el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, citado por la agencia Interfax, al informar al jefe del Kremlin.

Medvédev, en un balneario a orillas del mar Negro, insistió en la necesidad de proteger las instalaciones militares. Por su parte, el primer ministro, Vladímir Putin, pidió a las autoridades dejar de lado la búsqueda de culpables y centrarse en la reconstrucción de las viviendas.