CHILE

Los estudiantes chilenos vuelven a presionar al Gobierno

Esta es la enésima jornada de paro de los jóvenes de Chile, que demandan desde hace casi tres meses una mejora de la educación pública.

Manifestantes arrancan del suelo una señal en Santiago de Chile
Los estudiantes chilenos vuelven a presionar al Gobierno
EFE

Más de 100.000 personas se han manifestado en varias ciudades chilenas, incluyendo Santiago, donde grupos de encapuchados han protagonizado disturbios, en una nueva jornada de paro convocada por estudiantes que demandan desde hace casi tres meses una mejor educación pública.


Unas 70.000 personas, según la policía, y 150.000, según los organizadores, han marchado por las calles de la capital un día antes de que venza el plazo que los estudiantes universitarios y secundarios dieron al Gobierno para que acepte sus demandas.


Aunque la jornada ha comenzado con disturbios en varios puntos de la capital, la marcha de los estudiantes, acompañados de padres y profesores, ha transcurrido de manera pacífica hasta casi el final del recorrido, que había sido consensuado previamente con las autoridades.


Pero en el centro de Santiago, a pocas manzanas de la sede del Ejecutivo, grupos de jóvenes han apedreado un edificio de viviendas, han prendido barricadas, destrozado dos vehículos particulares y arrancado semáforos, entre otros desmanes.


También ha habido manifestaciones en otras ciudades del país, como Valparaíso, Concepción, Puerto Montt, Arica, Iquique, Calama, Antofagasta, Copiapó, La Serena, Talca, Coyhaique e Isla de Pascua.


La protesta fue organizada por estudiantes universitarios y secundarios y por el Colegio de profesores, con el apoyo de los trabajadores del cobre y otros actores sociales.


Con estas movilizaciones, las federaciones estudiantiles buscan presionar al Gobierno para perfeccionar algunos puntos de un plan de 21 medidas que presentó la semana pasada para mejorar la educación.


La presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo ha afirmado en rueda de prensa que si el Gobierno no es capaz nuevamente de dar una respuesta le van a «tener que exigir otra vía de solución ya no institucional». «Convocar seguramente a un plebiscito para que sea la ciudadanía en su conjunto que decida cuál tiene que ser el futuro de la educación en nuestro país», ha sentenciado la dirigente, que ha agregado que en regiones se reunieron otros 40.000 jóvenes.


Esos puntos se refieren a una garantía constitucional de una educación pública gratuita y de calidad, la prohibición del lucro en las universidades privadas y la devolución al Gobierno, desde los municipios, de la administración del sistema educativo primario y secundario.


En tanto, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter ha emplazado a los líderes del movimiento estudiantil a reflexionar sobre lo «dañinas» que están siendo las marchas y no ha descartado en el futuro la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado ante otras protestas.


Por otro lado, en Valparaíso se han registrado graves incidentes en los alrededores del Congreso Nacional tras las manifestaciones estudiantiles registradas en esa ciudad, recinto que ha sido apedreado por una veintena de encapuchados que logró saltar las vallas de seguridad instaladas por los carabineros del edificio.


La jornada no ha sido ajena a la polémica debido a la presunta participación de un carabinero infiltrado en los hechos de violencia en ese lugar. Ante esta situación, el presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Melero, ha solicitado una investigación y el traslado del teniente coronel Hernán Silva, a cargo de la seguridad del Parlamento hasta que el alto mando explique lo sucedido.


En Valparaíso las marchas estudiantiles han congregado a más de 10.000 jóvenes en demanda de educación de calidad y gratuita que han concluido con 110 personas detenidas según un informe oficial.


Por la noche, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, ha señalado que en la jornada de este martes, se registraron al menos 300 detenidos a nivel nacional, 39 heridos y varios millones de pesos en pérdida en la propiedad pública y privada.


Momentos después de que Ubilla entregara el balance, en varios ayuntamientos de la capital chilena se escucharon «los cacerolazos», en apoyo de las demandas de los estudiantes.