LIBERTAD DE PRENSA

Los conservadores frenan la censura del Parlamento Europeo a las presiones de Berlusconi a la prensa

Los grupos conservadores del Parlamento Europeo (PE) han logrado hoy frenar por sólo tres votos de 686 la propuesta del centroizquierda del hemiciclo para censurar la "presión y la intimidación" contra los periódicos ejercida, a su juicio, por el Gobierno de Silvio Berlusconi.


Contra todo pronóstico, el texto se quedó sin ser aprobado después de haber superado todas las votaciones párrafo por párrafo y de que no prosperase ninguna enmienda ni resolución alternativa.


Así, no salió adelante ninguna de las numerosas declaraciones presentadas por los distintos grupos políticos sobre la libertad de información en Italia y en la Unión Europea.


La propuesta conjunta de socialistas, liberales, verdes e Izquierda Unitaria -todo el centroizquierda de la Eurocámara- obtuvo finalmente 335 votos a favor, 338 en contra y 13 abstenciones.


Tampoco fue aprobado el texto presentado en solitario por el grupo Liberal, algo más suave pero también crítico con la situación en Italia, que obtuvo el mismo número de votos a favor y en contra.


El texto del centroizquierda, a priori el que contaba con un mayor número de apoyos, expresaba "preocupación" por la situación de la libertad de prensa en Italia y lamentaba la "presión y la intimidación contra periódicos italianos y europeos" ejercida por el Gobierno.


El documento consideraba que la "pasividad" por parte de la UE ante todo esto "debilitaría su credibilidad a la hora de establecer criterios en materia de derechos fundamentales en las relaciones exteriores".


Además, exigía la elaboración de una directiva europea sobre la concentración de los medios de comunicación y la protección del pluralismo para actuar a escala comunitaria contra los posibles problemas de libertad de prensa en los países.


Durante la tensa sesión de votaciones, eurodiputados conservadores presentaron enmiendas para que el texto incluyese también críticas a gobiernos de otro signo político, como el portugués, el alemán o el húngaro, pero éstas fueron rechazadas.


El parlamentario húngaro József Szájer (Partido Popular Europeo) acusó a la izquierda de utilizar un "doble rasero" al no aceptar esas menciones y aseguró que todo el debate en torno a Berlusconi ha sido un intento por "acorralar a un primer ministro que no es de su familia política".


Los partidarios del primer ministro italiano celebraron de forma efusiva el bloqueo de las críticas a la situación en Italia, algunos de ellos portando carteles en los que criticaban la actitud de la izquierda de la Eurocámara.


Mientras, el vicepresidente de Los Verdes, Raúl Romeva, consideraba este como un "día negro para la libertad de prensa en Europa".


"El control por parte de Silvio Berlusconi del Gobierno y de los medios en Italia es profundamente antidemocrático", señaló Romeva, que junto a sus compañeros de grupo vistió durante el pleno un pañuelo color turquesa en apoyo al juez Raimondo Mesiano.


El magistrado, que estableció que Berlusconi era "corresponsable de la corrupción" que llevó a su 'holding' Fininvest a hacerse con el control de la editorial Mondadori, vio recientemente retratada su vida cotidiana en un vídeo de Canale 5 -propiedad del primer ministro- que hablaba de sus "comportamientos extravagantes" e incluía comentarios sobre el color turquesa de sus calcetines.


Para los eurodiputados de la Italia de los Valores, el partido italiano que integra el grupo Liberal y que fue uno de los impulsores del debate sobre la libertad de prensa, el apretado resultado de la votación no permite hablar de "victoria ni de derrota".


El diputado de esta fuerza Giommaria Uggias aseguró que había sido una "ingenuidad" permitir que la sesión de votaciones se prolongase con intervenciones de varios parlamentarios conservadores que, en su opinión, sólo buscaban ganar tiempo para permitir la llegada de colegas que no estaban presentes al inicio.


En una rueda de prensa, Uggias consideró probable que además se produjesen "injerencias y presiones" sobre los diputados para que no prosperase la crítica a Berlusconi, después de que el centroizquierda hubiese ganado todas las votaciones previas a la definitiva sobre su resolución.