ALEMANIA

Los antinucleares rebrotan con bloqueos y protestas ante un convoy de residuos

Activistas adheridos a las vías, sentadas de centenares de manifestantes sobre los raíles y acampadas ante el depósito nuclear de Gorleben fueron las imágenes de la "resistencia" de hasta 15.000 antinucleares al convoy atómico, según la policía.

El movimiento antinuclear alemán rebrotó este domingo con acciones puntuales de bloqueo y protestas de miles de manifestantes en contra del transporte de residuos procedente de La Hague (Francia) al cementerio atómico de Gorleben (norte del país).


Activistas adheridos a las vías, sentadas de centenares de manifestantes sobre los raíles y acampadas ante el depósito nuclear de Gorleben fueron las imágenes de la "resistencia" de hasta 15.000 antinucleares al convoy atómico, según la policía.


El tren, formado por once vagones de barillas de combustión procedentes de centrales alemanas y reprocesadas La Hague, entró en Alemania de madrugada, con doce horas de retraso sobre el horario previsto, y acumuló nuevas demoras a lo largo del domingo.


Primero fue un trío de activistas, adheridos con bloques de cemento a los raíles, en Wörth (sur del país). Luego, las cargas policiales contra unos 700 manifestantes apostados sobre las vías, ya en el estado de Baja Sajonia, donde está Gorleben.


Decenas de antinucleares se refugiaron por los bosques circundantes y jugaron durante horas al "ratón y al gato" con la policía, lo que obligó a ralentizar la marcha del convoy. En Dannenberg, antinucleares de toda edad y condición practicaron la denominada "resistencia creativa", disfrazados de payaso o hermanados con centenares de tractores con que los campesinos de la región bloqueaban carreteras y caminos vecinas.


"La seguridad de la operación es prioritaria", explicó un portavoz policial, mientras los antidisturbios reforzaban la vigilancia y actuaban con contundencia para desalojar las vías.


"Seguimos vivos, aquí, reforzados como el propio transporte y dispuestos a presentar batalla", explicó Jochen Stay, portavoz del grupo "X-tausendmal-quer" -"X-milveces-atravesados"-, cuyo epicentro es la región de Dannenberg, ciudad vecina a Gorleben.


"El movimiento no ha muerto, como decían. Se ha revitalizado en cuanto asomó el "Castor", como no podía ser de otra manera visto que se eternizó sin solución la condición de cementerio provisional, como llaman a Gorleben", explica Stay.


Por el nombre de "Castor" se conoce a los contenedores que transportan los residuos. El nuevo modelo reforzado que este fin de semana cruzó Francia y Alemania se denomina TN-85. El paso de ese convoy concentró este fin de semana en Dannenberg, la ciudad vecina a Gorleben, a 16.000 manifestantes, la mayor movilización antinuclear en Alemania desde el 2001.


Miles de manifestantes pasaron la noche en vela entre sentadas y otros actos de protesta. En acampada seguían el domingo, conscientes de que la policía pasaría de la tolerancia al el desalojo "en serio" -en palabras de Stay- en cuanto el tren se acercase a la región.


El convoy transporta 17 toneladas de residuos, vitrificados y herméticamente protegidos en los contenedores del tipo TN-85 de hasta un total de cien toneladas. El tramo más complejo será el que dista entre Dannenberg y Gorleben unos veinte kilómetros, que se realizará por carretera tras trasladarse los contenedores del tren a camiones y que, a tenor de los retrasos acumulados, podría demorarse hasta el lunes.


Se trata del primer transporte en dos años y la policía preparó un dispositivo de 16.000 agentes para proteger el convoy. En el pasado, estos transportes generaron ya grandes movilizaciones y batallas campales contra la policía, la última de las cuales fue en 2001.

El propósito de la canciller Angela Merkel de revisar el plan de cierre de las plantas nucleares acordado por su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder, ha revitalizado las protestas.


"Ni con los Verdes en el gobierno de Schröder ni después se resolvió dónde irán a parar los residuos. Gorleben es oficialmente un cementerio provisional, pero no tiene sucesor", indicó Stay.


La familia antinuclear alemana muestra ya canas, como el propio portavoz de la organización de Danneberg -"los policías en cambio, llegaron fresquitos y jóvenes"-, lo que no quita que estén dispuestos a presentar resistencia al convoy ferroviario.