MÁS DE CINCO MILLONES DE AFECTADOS

El mayor caos en la historia de la aviación

La nube avanza hacia el sur y mantiene cerrado total o parcialmente el espacio aéreo de una veintena de países.

Un grupo de italianas esperan en el aeropuerto de Berlín tras cancelarse su vuelo a Venecia.
El mayor caos en la historia de la aviación
BERND SETTNIK/EFE

Las cenizas lanzadas al cielo por la segunda erupción en tres semanas del volcán situado bajo el glaciar de Eyjafjalla, en Islandia, han provocado el mayor caos conocido en la historia de la aviación comercial. El desplazamiento de la nube de cenizas, que avanza desde Islandia hacia el este por el norte y centro de Europa, hace que el colapso del cielo europeo sea prácticamente absoluta, ya que ante la imposibilidad de que los aviones despeguen o aterricen fue cerrado total o parcialmente ayer el espacio aéreo de una veintena de países.

La nube de ceniza, que avanza a unos 50 kilómetros por segundo, se extendía anoche hacia el sur y seguirá provocando hoy "perturbaciones significativas" del tráfico aéreo en el continente, según la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol). Según esta agencia, en un día normal se habrían realizado unos 28.000 vuelos, pero ayer se cancelaron unos 17.000 vuelos en toda Europa, un 57% de los previstos. Más de cinco millones de pasajeros se quedaron en tierra.

En un comunicado, dijo que el cierre del tráfico aéreo por la erupción del volcán que se encuentra bajo el glaciar Eyjafjalla podría prolongarse al menos otras 24 horas, lo que dependerá de la evolución de la nube de ceniza.

Esto implica que el espacio aéreo no esté disponible para que los vuelos comerciales operen en Irlanda, el Reino Unido (excepto Escocia), Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia y Estonia.

Además, tampoco se puede volar en el norte de Francia, país que cerró 20 aeropuertos, incluyendo los de París.

En Alemania permanecen cerrados nueve aeropuertos, entre ellos los de Tegel y Schonefeld, en Berlín, Düsseldorf, Colonia y Hamburgo. El aeropuerto de Fráncfort, el de mayor volumen, sigue operativo pero solo para vuelos intercontinentales, lo que provocó que algunos vuelos se desviasen a Múnich, pero este también tuvo que cerrar anoche. Asimismo, parte del espacio de Polonia permanece cerrado, incluido el aeropuerto de Varsovia.

Afecciones en España

Según los datos de Eurocontrol, el jueves se realizaron 20.334 vuelos en el espacio aéreo europeo. La agencia explicó que cada día se movilizan 600 vuelos trasatlánticos entre Europa y el Atlántico y que de los 300 aviones que normalmente llegan al continente, ayer fueron entre 100 y 120.

En España un total de 1.246 vuelos fueron cancelados desde aeropuertos al norte de Europa hasta las 19.30 como consecuencia de las mismas circunstancias, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Del total de vuelos anulados, 627 fueron salidas y 619 correspondían a llegadas. Los vuelos afectados eran enlaces con aeropuertos en el Reino Unido, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Bélgica, Suecia, Estonia, Polonia, Luxemburgo, Austria y República Checa, que están cerrados, así como con algunos aeropuertos de Francia, Alemania, Rumanía y Suiza, también afectados por la nube de cenizas. Ryanair comunicó anoche que hasta el lunes a las 13.00 no operará sus vuelos regulares desde o hacia Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Bélgica, Holanda, norte de Francia, norte de Alemania, Polonia y los Estados bálticos.

Desvío del vuelo de Merkel

Mientras, Aeropuertos de Portugal informó de la cancelación de 426 vuelos en el país desde el jueves hasta ayer, la mayoría de ellos al Reino Unido. Esta situación provocó también el desvío a Lisboa del vuelo procedente de Estados Unidos en el que viajaba la canciller alemana, Angela Merkel, que pernoctó en la capital lusa, y obligó al presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, a permanecer en la República Checa, donde estaba de visita oficial.

El caos que ayer vivió Europa y que los expertos confían en que se solucione en 48 horas, en función de la densidad de la nube y del viento que la desplaza a una altura entre 5.500 y 11.000 metros, es superior al que se produjo con motivo del atentado de Nueva York del 11-S. En aquella fecha se cerró el espacio aéreo de Estados Unidos, pero no hubo tal problema como el que lleva viviendo Europa en los últimos dos días.

El volcán, que se encuentra bajo el glaciar de Eyjafjalla, en la parte sudoeste de Islandia, entró en erupción el 20 de marzo tras 200 años 'dormido', comportándose con mayor virulencia el 14 de abril.

La nube de cenizas está formada por finas partículas de roca que son altamente abrasivas, y que pueden penetrar en las turbinas de los motores de los aviones y paralizar estos, con el riesgo que supone para el vuelo.

En la historia de la aviación hay un caso protagonizado por un avión de la compañía británica British Airways el 24 de junio de 1982, que se vio envuelto en una de estas nubes. Un Boeing B747 que volaba por el Pacífico sur tuvo sus motores afectados por la nube de cenizas lanzadas por el volcán indonesio Mount Galunpjung, que se pararon en vuelo por unos minutos, consiguiendo los pilotos volverlos a encender y evitando así el desastre.