La visita del Dalai Lama incomoda al Gobierno alemán

La última vez que el Dalai Lama visitó Alemania, en septiembre del año pasado, la canciller Angela Merkel ofreció al mundo un raro ejemplo de coraje e independencia política, al abrir las puertas de la sede del Gobierno alemán al líder tibetano. Pero el gesto enfrió las relaciones diplomáticas entre Pekín y Berlín.


Este jueves, el premio Nobel de la Paz inició una nueva visita de cinco días, que culminará el lunes con un acto multitudinario frente a la puerta de Brandeburgo en Berlín. Pero esta vez, su programa no incluye entrevistas con la canciller, ni tampoco con el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ni con el presidente del país, Hors Köhler.


La canciller Merkel, que rompió con la tradición que adoptaron sus antecesores en el cargo, inició el martes pasado una larga gira por varios países latinoamericanos, pero antes de abandonar Berlín dejó saber que está dispuesta a reunirse nuevamente con el líder tibetano, aunque no especificó una fecha.


Berlín aun no olvida la enérgica reacción del Gobierno chino, que advirtió, después del primer encuentro entre Merkel y el Dalai Lama, que la decisión de la canciller podría dañar seriamente las relaciones chino-alemanas. Pekín canceló varios encuentros de alto nivel político, pero las relaciones comerciales no se vieron afectadas.

Excusas


A causa de la ausencia de Merkel, la oficina de enlace del líder tibetano en Europa intentó coordinar sendos encuentros con el presidente Köhler y con el ministro Steinmeier. La oficina de Köhler señaló que el presidente tenía problemas de agenda y que no podría recibir al Dalai Lama.


Steinmneier, quien como ministro de la Cancillería de Gerhard Schröder fue el artífice de la política china del anterior Gobierno que excluyó totalmente el tema de los derechos humanos, rechazó la solicitud de entrevista con el mismo argumento que utilizó el presidente alemán: falta de tiempo.


El rechazo de Steinmeier fue duramente criticado por la oficina del Dalai Lama en Europa y por varios líderes de la democracia cristiana, que acusaron al ministro de no tener el coraje suficiente para hablar con el líder espiritual del Tibet. "Creemos que ha sido mal aconsejado", dijo Tseten Chhoekyapa, representante europeo del Dalai en Berlín.

Falta de coraje


Roland Koch, jefe del Gobierno regional de Hesse, señaló por su parte que la actitud del ministro Steinmeier podía hacer creer a las autoridades chinas que el tema de los derechos humanos no era una prioridad para el Gobierno alemán. "Habría esperado más coraje de Steinmeier", dijo el líder de la CSU, Edwin Huber .


Cuando todo parecía indicar que el Dalai Lama no sería recibido por ningún alto representante del Ejecutivo durante su breve estancia en Berlín, un portavoz del Gobierno federal anunció que la ministra de Cooperación Económica y Ayuda al Desarrollo, la socialdemócrata Heidemarie Wieczorek-Zeul, sostendría una entrevista con el líder tibetano. Pero el portavoz destacó que el encuentro no tendría lugar en la sede del ministerio, una forma elegante para evitar nuevas criticas del Gobierno chino.


El Dalai Lama fue recibido este jueves en el aeropuerto de Francfort por Roland Koch y, durante una breve rueda de prensa conjunta, el incómodo huésped criticó la represión china en su país y recordó que su meta era obtener una "autonomía verdadera" para el Tibet.