CONGO

La tregua continúa en el este del Congo y avanzan las consultas diplomáticas

Los grupos humanitarios que trabajan en el país califican de insuficiente la labor de Naciones Unidas.

La situación en el este de la República Democrática del Congo (RDC) es de relativa tranquilidad, mientras se espera el refuerzo de la Misión de la ONU en el país (Monuc), aprobado la víspera por el Consejo de Seguridad, y se prodigan las consultas para solucionar el conflicto por vía diplomática.


Las autoridades de Kinshasa han recibido con beneplácito la decisión de la ONU de enviar otros 3.000 cascos azules para reforzar el contingente de 17.000 hombres de la Monuc, aunque exigieron que la misión de paz internacional tenga "un mandato más fuerte".


"Era una decisión que todos queríamos, pero es necesario, además, revisar la concepción del mandato de la Monuc para que se adapte mejor a las circunstancias sobre el terreno", dijo a los medios en Kinshasa el ministro de Comunicación congoleño, Lambert Mende. El funcionario subrayó que "el mandato debe ser revisado porque cada vez que se produce una emergencia, la Monuc siempre esgrime cuestiones legales acerca del mismo".


El mayor contingente militar nunca antes desplegado por la ONU es una fuerza de interposición entre las facciones enfrentadas desde hace más de una década en la RDC, pero su tarea principal es la de proteger a los civiles.


Los grupos humanitarios que trabajan en el este del país -donde el rebelde Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) y el Ejército, apoyado por milicias tribales, combaten nuevamente desde agosto pasado- consideran que la actuación de la Monuc es "insuficiente".


"La Monuc no hace casi nada, son meros observadores y cuentan con unos medios técnicos y humanos muy pobres, casi de vergüenza", dijo ayer en Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte, epicentro de los actuales enfrentamientos, Juanjo Aguado, religioso católico español que trabaja en un proyecto educativo del Servicio Jesuita para los Refugiados.


Según Aguado, "lo único que hacen bien los militares de la Monuc es el control de la ciudad de Goma, porque los soldados que están en el campo, completamente aislados, son indios y pakistaníes que desconocen el terreno, la situación y, por supuesto, el idioma".


"Soy defensor de las fuerzas de paz, pero no así, porque cuando la situación se pone muy caliente ponen la tapa, pero no logran apagar el fuego", concluyó el jesuita español.


En consonancia con la opinión de Aguado, el portavoz de Intermón Oxfam para la RDC, José Luis Barahona, señala en una nota remitida ayer que la decisión de reforzar con otros 3.000 soldados y policías la Monuc "no basta para solucionar la crisis en el terreno y no debe encubrir la urgente necesidad de intervenir más rápidamente". "Hay vidas en peligro y miles de personas están sufriendo debido a los combates y la inseguridad crecientes", dice Barahona, por lo que pide a la Unión Europea que "responda rápidamente con su contingente especial en estado de alerta, creado exactamente para responder a este tipo de crisis".


Entretanto, el jefe del Estado congoleño, Joseph Kabila, viajó ayer a Luanda (Angola), uno de sus antiguos aliados en la guerra de 1998 a 2003 en el este de la RDC.