AL MENOS 400 MUERTOS

La ONU investiga el envenenamiento de niños en Nigeria

El agua de varios estanques está contaminada por plomo y cobre debido a la extracción de oro.

Al menos 400 niños menores de cinco años han muerto en los últimos meses en Nigeria por envenenamiento con plomo, cobre y mercurio, como consecuencia de los trabajos mineros de los buscadores de oro, según investigaciones de la ONU anunciadas por Elisabeth Byrs, la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA).


El grupo se trasladó a este país africano la pasada semana, después de que el Gobierno de Nigeria pidiera asistencia a la ONU tras detectar que al menos 200 niños habían muerto y otras 18.000 personas estaban contaminadas por estos minerales.


Aunque la cifra ya se eleva a 400, Byrs aclaró que el número de fallecimientos podría ser mayor, ya que se basa en las primeras investigaciones de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) y muchos casos no son registrados.


Además, las muertes confirmadas solo conciernen a niños menores de cinco años, por lo que Byrs teme que la cifra aumente si la contaminación también ha afectado a personas de otras edades, por lo que no descartó que el número pueda elevarse a medida que continúan las investigaciones.


De acuerdo con los primeros resultados del equipo de urgencia, que analiza los niveles de contaminación de plomo, cobre y mercurio en cinco pueblos distintos, el agua de los estanques está contaminada y la concentración de mercurio en el aire es cien veces superior a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud. "Una intervención urgente y coordinada es necesaria para frenar más muertes", advirtió Byrs.


La principal causa de los envenenamientos es la búsqueda de oro, actividad en la que los lugareños de los pueblos de las regiones de Bukkuyum, Anka y Zamfara extraen minerales, altamente contaminantes, de las minas y los llevan a casa para hacer una selección manual.


El envenenamiento por estos minerales puede provocar daños irreparables al sistema nervioso de los menores y provocar deformaciones congénitas en los primeros años de vida, efectos nocivos que requieren un tratamiento que la mayor parte de la población no puede costearse.