BIRMANIA

La junta birmana alardea del "éxito" de su referéndum y olvida a los afectados por el ciclón

Un barco que transportaba material de ayuda de la Cruz Roja a las zonas afectadas se hundió el domingo tras chocar contra el tronco de un árbol en el delta del Irrawaddy.

La junta militar birmana se congratuló por el "éxito" del referéndum organizado este domingo, pese a los estragos del ciclón Nargis, cuyo último balance ofrecido por la televisión estatal elevó el número de muertos a 28.458 y el de desaparecidos a 33.416. Llamados a votar por primera vez desde 1990, los electores birmanos participaron "masivamente" en el referéndum del sábado, según publicó el domingo el diario 'New Light of Myanmar,' controlado por el régimen.


Pero en ningún momento el diario mencionó una de las peores catástrofes de la historia reciente, que el pasado fin de semana dejó en el sur de Myanmar 28.458 muertos (5.000 más que en el último balance ofrecido) y 33.416 desaparecidos, según cifras oficiales. Sin embargo, algunos diplomáticos occidentales en Birmania han alertado de que el número de muertos se acerca más bien a los 100.000 y la ONU denunció el riesgo de que otras decenas de miles de personas mueran si no llega de inmediato la ayuda necesaria para socorrer a unos dos millones de damnificados.


"La celebración del referéndum estuvo coronada por el éxito en el conjunto del país", excepto en 47 municipios de Rangún y Irrawaddy donde fue aplazado hasta el 24 de mayo, se felicitó el diario. El domingo, las autoridades birmanas aún no habían dado a conocer el número total de votantes efectivos en todo el país. Según la junta, la nueva Constitución abrirá la puerta a "elecciones plurales" en 2010 y a un posible "traspaso de poder" a los civiles.


Sin embargo, la oposición liderada por la premio Nobel de la Paz en 1991, Aung San Suu Kyi, pidió a la población que votase "no", porque teme que sólo potencie la supremacía del Ejército, en el poder desde 1962.


Los generales se presentan como los garantes de la estabilidad y soberanía de un país bajo dominio británico hasta 1948 y como los únicos capaces de impedir "la desintegración de la nación" frente a las rebeliones de minorías étnicas. El 'número uno' del régimen militar birmano, el general Than Shwe, de 75 años y sobre quien se dice que es especialmente "sensible" a los consejos de los astrólogos, se mostró aparentemente determinado a celebrar el referéndum en la fecha establecida, pese al ciclón.


Ignoró así los llamamientos internacionales y los de la Liga Nacional por la Democracia (LND) de Suu Kyi para dar prioridad a los entre 1,5 y dos millones de damnificados por el ciclón Nargis, de los que tres cuartas partes aún no recibieron ninguna ayuda. Ésta llega con cuentagotas porque el régimen birmano -aislado, considerado paranoico y obsesionado por la defensa de su soberanía- impone restricciones y se niega a que las operaciones de socorro sean realizadas por extranjeros.

Ayuda hundida


Además, un barco que transportaba material de ayuda de la Cruz Roja se hundió el domingo en Myanmar tras chocar contra el tronco de un árbol en el delta del Irrawaddy, según anunció la organización, que señaló que no había heridos. Sin embargo, la entrega de asistencia humanitaria parece que empieza a acelerarse poco a poco. La ONG francesa Médicos del Mundo indicó que la junta militar birmana le autorizó a repartir el material que está enviando al país.


"Médicos del Mundo ha obtenido la autorización" para "encargarse de la distribución de su ayuda" que llegará en un cargamento a Rangún el lunes por la mañana, anunció la organización en un comunicado.


La actitud intransigente mostrada por las autoridades birmanas fue censurada el sábado por diferentes mandatarios mundiales. El presidente francés, Nicolas Sarkozy denunció un "régimen eminentemente condenable" y la canciller alemana, Angela Merkel, consideró "inaceptable" el rechazo birmano a colaborar con las organizaciones humanitarias. Sin embargo, Estados Unidos -que desde el comienzo de la crisis intenta enviar ayuda a Birmania- se abstuvo de criticar la organización del referéndum, y subrayó sólo que la junta debe comenzar las operaciones de socorro.