La felicidad es un estado momentáneo y pasajero del espíritu o tiene que ser garantizada por el Estado? El debate está abierto en Brasil, donde se pretende que la Constitución establezca que los derechos sociales son esenciales para ser feliz.

"Son derechos sociales, esenciales a la búsqueda de la felicidad, la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, el ocio, la seguridad (personal y social), la protección de la maternidad y la infancia, la asistencia a los desamparados", dice el párrafo que el Movimiento Más Feliz aspira a que se incluya en la Constitución.

El asunto ha llegado a la Cámara Alta, donde el senador y ex ministro de Educación Cristovam Buarque, del Partido

Democrático Laborista, ha organizado ya un debate sobre la propuesta.

El fundador del movimiento, Mauro Motoryn, explicó que el "Estado tiene que crear las condiciones esenciales para que las personas sean felices". La Iglesia católica dice que prefiere que en la Constitución se hable de "bienestar individual", pues la noción de felicidad es "algo subjetivo".

Motoryn aseguró que presentará en agosto la propuesta a la Cámara de Diputados, donde se deberá comenzar a decidir si Brasil será un país feliz según la ley.