LIBIA

La comunidad internacional muestra su indignación por la actitud de Gadafi y la brutal represión

La comunidad internacional responde ante la violencia que el gobierno de Gadafi está ejerciendo sobre el pueblo libio

Captura de la Televisón Al Arabiya que muestra un herido libio durante las protesas.
El régimen libio se tambalea
EFE/ LA FUENTE ORIGINAL NO HA PODIDO SER VERIFICADA

La Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Catherine Ashton, ha condenado la «brutal y desproporcionada» represión que las autoridades están ejerciendo para contener las protestas en Libia.


Sin embargo ha evitado pronunciarse sobre si lo que está sucediendo se corresponde con actos de genocidio o de lesa humanidad, tal y como reclaman desde otros foros internacionales. Según Ashton, El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es el marco «adecuado» para discutir esta cuestión.


Por su parte, el gobierno de Estados Unidos ha instado a la comunidad internacional a tomar una postura común frente a la violencia con la que se reprimen las protestas y pronunciarse en su contra con una sola voz, según palabras del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, tras pedir a los gobiernos que «escuchen y respeten las aspiraciones legítimas de sus pueblos y acometan reformas de acuerdo».


También la canciller alemana, Angela Merkel, se ha pronunciado, y ha amenazado a Libia con sanciones en caso de que no detenga de inmediato la violencia contra su población. Merkel subrayó que si Trípoli no pone fin de inmediato a la violencia, ella hará valer su influencia ante la comunidad internacional para que se dicten las oportunas sanciones.


La Liga Árabe, tras la decisión de suspender la participación de Libia, que ostenta la presidencia rotatoria de la organización, en todas sus reuniones y ha condenado «los crímenes perpetrados contra las manifestaciones pacíficas que se llevan a cabo en varias ciudades y en la capital, Trípoli».


La Liga ha solicitado asimismo a las autoridades libias que cumplan «con las aspiraciones del pueblo y sus esperanzas de libertad, reforma, cambio democrático y justicia social».