ALEMANIA

La CDU se rebela contra Angela Merkel

Dos fenómenos, uno de origen natural y el otro político, inquietaron el fin de semana pasado al país, pero por razones diferentes. El frente de baja presión Daisy, causó estragos en gran parte del territorio germano y, el otro, una inédita revuelta interna de la Unión Cristiano-demócrata (CD), el partido que preside la canciller Angela Merkel, puso en duda la capacidad de liderazgo de la jefa del Gobierno, tan sólo dos meses después de haber jurado en el cargo por segunda vez.


Las consecuencias de los dos fenómenos dieron origen a un chiste que circula en Berlín a una velocidad de huracán, pero que no causa ninguna gracia a la imagen de la CDU., ni tampoco a la jefa del partido.


"¿Cual es la diferencia entre Daisy y la CDU?", dice el chiste de marras. "Daisy paraliza al país, mientras que la CDU se paraliza a sí misma". El chiste no es exagerado y refleja el estado de ánimo que reina en la agrupación que dirige la canciller desde hace ya casi diez años a causa de la propia gesterés para defender los valores conservadores del partido, dos pecados que hicieron posible un caótico comienzo del nuevo Gobierno, donde no pasa un día sin que los tres partidos que integran la nueva alianza, CDU, la CSU de Baviera y el partido Liberal (FDP), se acusen mutuamente de violar los acuerdos del programa de gobierno o descalifiquen las medidas que cada uno pretende imponer.


La pasividad de Angela Merkel, que no ha querido dar señales para acabar con las peligrosas disputas internas de la coalición, convenció a cuatro figuras relevantes del partido a lanzar un ataque sin precedentes a la canciller a quien acusaron de descuidar la formación política en beneficio de su imagen personal.


"Durante la campaña electoral, Merkel no actuó como la líder de los conservadores, sino como la canciller de la gran coalición", escribieron los jefes de los grupos parlamentarios de Hesse, Sajonia, Turingia y el subjefe del grupo en el Parlamento de Brandeburgo, en un artículo conjunto publicado el domingo en el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung. "La actual coalición de Gobierno con los liberales no es el fruto de una convincente estrategia electoral. Es más bien el fruto de la buena suerte", añadieron.


La totalidad de la prensa germana se hizo eco de la inédita revuelta de los líderes regionales de la CDU y todos los comentarios apuntan a una sola dirección. La canciller Merkel debe dejar de esconderse y asumir el riesgo del conflicto y darle una dirección política a la coalición.


"Cuándo contraatacará la canciller" se interrogó el poderoso 'Bild', en su edición de hoy, en un artículo donde señala que la revuelta representa una peligrosa señal de alarma, ni más ni menos que un desesperado grito de alerta de las bases. El prestigioso 'Süddeutsche Zeitung', en cambio, hizo responsable del caos que reina en la coalición a la propia canciller, por su falta de liderazgo durante las negociaciones para formar el nuevo Gobierno.


Según informaciones periodísticas, el próximo jueves, la canciller ser enfrentará a sus críticos en el marco de una reunión de la cúpula del partido destinada a analizar el pobre resultado que obtuvo Merkel en las elecciones (33,8%).