El dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Il, quien no realiza una aparición pública desde finales del mes pasado, ha sufrido un derrame cerebral pero se está recuperando, según afirmó un diputado surcoreano.

"Durante una sesión parlamentaria, la agencia de inteligencia informó de que el estado de Kim indica que puede recuperarse", aseguró el diputado Won Hye Young, líder del principal partido de la oposición en el hemiciclo surcoreano, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Kim no estuvo presente en el gran desfile militar realizado para celebrar el 60 aniversario de la proclamación de la República Democrática Popular de Corea. La última vez que se le vio en público fue el 14 de agosto.

La ausencia de Kim ha hecho que se multipliquen los rumores sobre su estado de salud. Ayer, una responsable de los servicios de inteligencia de Estados Unidos dijo que podría haber sufrido un infarto en las últimas dos semanas.

La especulación creció después del desfile militar, cuando un miembro del Gobierno surcoreano citado por Yonhap señaló que el dirigente norcoreano -que, según indicó, padece diabetes y problemas de circulación- está enfermo.

Pero el régimen de Corea del Norte se ha apresurado a desmentir los rumores. Así, el diplomático norcoreano Song Il Ho negó hoy que Kim Jong Il esté enfermo y aseguró que la especulación forma parte de un "complot", según informó la agencia de noticias japonesa Kyodo.

"Consideramos que esas informaciones no tienen valor, simplemente forman parte de un complot", aseguró el diplomático y embajador encargado de las relaciones con Tokio.

"Creo que el objetivo que tienen es crear una opinión pública que no es cierta", añadió Song, cuyas declaraciones se referían probablemente a la noticia difundida por Yonhap.

Además, aseveró que "los medios de comunicación de Occidente también divulgaron previamente datos falsos", en alusión, al parecer, a los comentarios de la responsable de los servicios de inteligencia estadounidenses.