El Palacio Presidencial informó en un comunicado de que Karzai ha ordenado revisar los casos de los prisioneros talibanes en base a las recomendaciones de la recién concluida "jirga" o asamblea de la paz afgana, diseñada para abordar el diálogo con el movimiento talibán y otros grupos armados.

Para acometer la revisión, Karzai ordenó la creación de una comité dirigido por el Ministerio de Justicia y con representación del Tribunal Supremo, la Fiscalía, la Comisión de Paz y Reconciliación, y el equipo legal presidencial.

El panel revisará los casos de los prisioneros que han sido encarcelados "por su conexión con la oposición armada" y deberá elaborar una lista con todos aquellos detenidos "sin suficientes pruebas legales para ser condenados".

La lista será entregada a Karzai y, "como gesto de buena voluntad", estas personas deberán ser liberadas, de acuerdo con lo dispuesto por el decreto.

Sobre el papel, la cárcel donde hay mayor número de presos, la de Bagram, está gestionada por el Ejército estadounidense y las autoridades afganas, pese a que en enero el Gobierno de Karzai anunció que había llegado a un acuerdo para que en unos meses la gestión pasaría a ser por completo afgana, algo aún pendiente.

La "jirga", que había sido convocada por Karzai y de la que se ausentó la oposición, concluyó el viernes después de tres días de reuniones con una serie de recomendaciones para que el Ejecutivo pusiera en marcha el diálogo con los grupos insurgentes, entre ellas la liberación de prisioneros detenidos sin pruebas.

Antes de que se diera a conocer el decreto, un portavoz talibán dijo que varios puntos de los aprobados por la asamblea, en particular las excarcelaciones, son "aceptables" para la insurgencia.