El Pentágono reconoce la existencia decenas de videos con interrogatorios a detenidos por terrorismo


Una investigación del Pentágono reveló la existencia de decenas de cintas de video de interrogatorios de detenidos por terrorismo, una de las cuales muestra a uno de ellos amordazado para impedirle que hablara.


El subsecretario de Defensa encargado de Inteligencia, James Clapper, ordenó a fines de enero un análisis de las prácticas militares en materia de grabaciones tras la revelación de la destrucción de videos sensibles por parte de la CIA. "Lo que encontramos es que no hay un uso generalizado de grabar videos", dijo Geoff Morrell, portavoz del Pentágono.


Pero las unidades militares que usaron esa herramienta para registrar los interrogatorios tienen orden de destruir las cintas en un plazo de 90 días, "salvo que haya una razón para conservarlas", dijo otro portavoz del Pentágono, Bryan Whitman.


"Y evidentemente la menor señal de abusos es una buena razón para conservarlas", dijo Geoff Morrell. "No hemos visto nada, nada que pueda sugerir que hubo torturas".


Precisó que hasta ahora se habían identificado "menos de 50" grabaciones, casi todas relativas a los interrogatorios de los detenidos sospechosos de terrorismo José Padilla y Ali al-Marri en la prisión militar de Navy Brig en Charleston (Carolina del Sur).


Un portavoz de la Agencia de Información de Defensa (DIA), Don Black, reconoció que una de esas cintas mostraba a al-Marri, ciudadano qatarí sospechoso de ser un "combatiente enemigo", cuando era amordazado con un cinta adhesiva por sus interrogadores.


En una moción ante la Corte de Distrito de Carolina del Sur, los abogados de al-Marri alegaron que las condiciones en las que se encuentra confinado su cliente "ponen en peligro lo que resta de su capacidad de recuperación psicológica y su habilidad de participar de manera significativa en su defensa legal".


Uno de los videos mostraba a los interrogadores amordazando a al-Marri, pero negó que hubiera sido maltratado. "Le pusieron cinta adhesiva en su boca. Había estado orando muy alto y eso perturbaba el interrogatorio. Le dijeron que si no dejaba de orar así de alto sería amordazado", señaló Black.


"Siguió orando y fue amordazado (...) El individuo no quería que se le tapara la boca. ¿Fue golpeado, cacheteado? No, no lo fue. El individuo no fue físicamente abusado", agregó el portavoz.


Black dijo que el video de al-Marri era el único de esa naturaleza, y precisó que había sido revisado por el director, el consejero general y el inspector general de la DIA.


Whitman dijo por su parte que "un puñado" de otros videos tomados en el centro de detención de la base naval de Guantánamo, Cuba, habían sido conservados por una orden de 2005.