ELECCIONES EN LA INDIA

El partido de Gandhi juega la baza antiterrorista en el cierre de la campaña

La presidenta del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, ha criticado con dureza la política antiterroristas de la principal fuerza opositora, el hinduista BJP, en el cierre de la campaña electoral para la primera fase de los comicios generales indios, que empiezan el 16 de abril

En el cierre de campaña para las elecciones indias, el gobernante Partido del Congreso que lidera Sonia Gandhi ha optado por jugar la baza antiterrorista recordando en mítines por todo el país que el opositor BJP liberó a tres terroristas en una crisis de rehenes.


Tanto Sonia, como su hijo Rahul y el candidato del partido a primer ministro, Manmohan Singh, han rescatado este "trapo sucio" del Gobierno del Bharatiya Janata Party (1998-2004), que en 1999 se doblegó a las demandas del grupo que secuestró un avión de "Indian Airlines" y lo desvió hacia la ciudad afgana de Kandahar.


Gandhi llegó a acusar al BJP, cuyo actual candidato, L.K.Advani, era entonces ministro del Interior, de "comprometer la seguridad nacional" pues uno de los liberados, Masood Azhar, fundó después un grupo terrorista que aún mantiene actividad contra la India.


Sonia Gandhi volvió este martes a la carga durante un mitin en Bilaspur, en el estado central de Chhattisgarh, en el que preguntó por qué Advani no dimitió cuando supo lo ocurrido, si es verdad -como él afirma- que el Gobierno actuó sin su conocimiento.


"¿Lo que dice es correcto o fue otra cosa? Tenéis que pensar en ello mientras decidís a quién votáis", pidió la presidenta del histórico partido de la dinastía Nehru-Gandhi, según las agencias indias.


Chhattisgarh es uno de los 15 estados y dos territorios en los que, el próximo día 16, comienza la votación en las elecciones generales indias, que concluirá el 13 de mayo.


Un total de 143,1 millones de personas podrán votar entre los 1.715 candidatos (122 de ellos, mujeres) que compiten por 124 de los 543 escaños del Parlamento.


Con una economía en inquietante desaceleración, el Partido del Congreso está teniendo más difícil vender su "milagro económico" a los 714 millones de indios convocados a las urnas.


El primer ministro Singh admitía estos días que el crecimiento del PIB probablemente no alcance este año ni al 7 por ciento previsto tras la última corrección, aunque recordaba que el crecimiento medio de su mandato ha sido del 8,6% frente al 5,8 del Gobierno del BJP.


El Partido del Congreso ha desplegado a su plana mayor a dar mítines por la geografía india, incluyendo en el esfuerzo a la hija de Sonia y el asesinado Rajiv Gandhi, Priyanka, a la que muchos ven con más perfil político que su hermano, Rahul.


El BJP, por su parte, no ha dudado en sacar punta al escaso gancho político de Rahul y la supuesta "debilidad" del candidato Singh, de 76 años y recién sometido a una operación de corazón.


En un mitin en Amethi, en el norteño estado de Uttar, Priyanka comparó hoy las maneras suaves de Singh -una rareza en el virulento escenario político indio- con la "gentileza" del fundador de la patria india, el "mahatma Gandhi".


"Nadie era más gentil que él, pero también era un líder grande y fuerte (...). Manmohan Singh es un líder muy fuerte, firme y capaz", aseguró la hija de Sonia Gandhi.


Rahul, que ostenta el cargo de secretario general del Partido del Congreso, acudió hoy a sendos mítines en el estado de Punjab (donde se concentra la minoría sij, a la que pertenece Singh) y al de Cachemira, al que puso como ejemplo de éxito de la lucha antiterrorista del Gobierno.


"Si Manmohan Singh no está luchando contra el terrorismo, ¿Cómo es que Cachemira se ha transformado de una tierra de muerte y destrucción en una de paz y progreso?", se preguntó Rahul, obviando la fuerte presencia del Ejército indio en este estado de mayoría musulmana y tendencias separatistas.


Con la primera jornada de votación en puertas, la Comisión Electoral recordó que a partir de hoy está prohibido publicar encuestas, las últimas de las cuales otorgaba una ligera ventaja al Partido del Congreso, pero con un resultado que nuevamente le obligaría a coaligarse para gobernar.