Tragedia carcelaria

El Papa lamenta la tragedia ocurrida en cárcel de Honduras

Transmitió su pésame "a los familiares de los fallecidos, junto con las expresiones de su cercanía espiritual y el vivo deseo por un pronto restablecimiento de los heridos".

Familiares de las víctimas en la Granja Penal de Comayagua.
Tragedia en Honduras_3
EFE

El papa Benedicto XVI lamentó este jueves la tragedia en la que 355 personas murieron por el incendio de la Granja Penal de Comayagua, en la región central de Honduras, y expresó su pésame a los familiares de las víctimas.


Ante las "numerosas víctimas", el papa eleva "el más ferviente sufragio al Todopoderoso por el eterno descanso de los difuntos", reza una carta del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, al obispo de la diócesis de Comayagua, Roberto Camilleri, difundida por la Nunciatura Apostólica en Tegucigalpa.


El papa asimismo transmitió su pésame "a los familiares de los fallecidos, junto con las expresiones de su cercanía espiritual y el vivo deseo por un pronto y total restablecimiento de los heridos en el lamentable percance", añadió.


El obispo Camilleri lamentó en un comunicado "profundamente lo ocurrido durante la peor tragedia en la historia de los centros penales" de Honduras.


Recordó que ha sido el tercer siniestro que ocurre en una década en los centros penales en Honduras, después de los de El Porvenir (Caribe) en 2003 y San Pedro Sula (norte) en 2004.


Tras calificar de "lamentables las condiciones inhumanas de hacinamiento e inseguridad en la que vive la población penal" en el país, Camilleri señaló que "específicamente en el Centro Penal de Comayagua, construido para albergar 250 personas, la población penal ascendía a 852 privados de libertad".


Al menos 354 reos y una mujer murieron calcinados o asfixiados en el incendio que entre la noche del martes y la madrugada del miércoles arrasó varios módulos del recinto penitenciario de Comayagua, según el Ministerio Público.


Las autoridades no han establecido las causas del siniestro, aunque manejan las hipótesis de un cortocircuito y de un colchón incendiado por un reo.


Los familiares de los fallecidos aguardan a la identificación de los cadáveres de sus parientes en la Dirección de Medicina Forense en Tegucigalpa, a donde fueron trasladados los cuerpos.