TRAS DIEZ DÍAS DE FUGA

El fugitivo inglés más perseguido se suicida

Raoul Moat, el portero de discoteca que había declarado la guerra a la Policía británica, se quitó ayer la vida al verse acorralado.

Investigadores forenses analizan el sitio donde murió Moat.
El fugitivo inglés más perseguido se suicida
DEREK BLAIR/AFP

La búsqueda por la Policía de Northumberland de un hombre armado que mató a una persona e hirió a otras dos desde que fue puesto en libertad hace diez días, tras cumplir una sentencia de cárcel de dieciocho meses por asalto, culminó en la madrugada de ayer con el suicidio del fugitivo.

Desde que el 3 de julio pasado Raoul Moat fue a casa de la que era su novia y mató a su nuevo amante, su persecución se convirtió en un asunto público, especialmente después de que al día siguiente disparase contra un vehículo policial, hiriendo a un agente, y emitiese una declaración manuscrita declarando la guerra a la policía.

Moat, detenido doce veces en los últimos años, creía que su novia le había dejado por un agente de policía. La mujer, de 22 años, herida en el interior de su vivienda, en el sur de Newcastle, cuando Moat, de 37, disparó fatalmente a su nueva compañero tras romper el cristal de una ventana, emitió un llamamiento explicándole que le había mentido sobre el oficio de su amante porque tenía miedo y le pidió que se entregase.

La policía de Northumberland y su propio tío pidieron a Moat que cesara en su empeño de vengarse y pensase en sus tres hijos, pero el fornido portero de clubes, de 1,90 de estatura, consumidor de esteroides para aumentar su musculatura y con un carácter que incluía "erupciones de rabia", ya lo había advertido en su sitio de la red social cibernética 'Facebook': "Acabo de salir de la cárcel. Lo he perdido todo, mi negocio, mi casa y para rematarlo mi chica se ha ido con otro. Vais a ver lo que ocurre ahora".

Tras herir al policía, ya no disparó contra nadie, pero emitía amenazas a través de móviles. Cientos de agentes registraron noche y día bosques, praderas, cuevas y recodos fluviales en la región del norte del Reino Unido, cerca de la ciudad de Newcastle. Hasta el Ejército se activó para ayudar. Un avión dotado para operaciones de guerra sobrevolaba los pueblos y toda la región se paralizó al saber que el supuesto asesino estaba en algún lugar del entorno. Las escuelas eran vigiladas y los automóviles registrados, mientras la policía llamaba a la gente a cerrar puertas y ventanas y salir solo en caso de que fuese necesario.

Detectado

La búsqueda se centró en Rothbury, un apacible pueblo de dos mil habitantes, donde Moat -hijo de un inglés y de una francesa, criado por su abuela en Newcastle- había tenido una novia cuando era joven. En la tarde del viernes, el fugitivo salió de su refugio quizás para escapar del cerco. Podría haber pasado los últimos días en los túneles de desagüe que llevan al río que pasa por el pueblo. Salió y fue inmediatamente detectado. Se entabló un diálogo mientras tiradores de precisión lo apuntaban. Tras seis horas de negociación infructuosa se oyó un disparo a la 1.15 de la madrugada. Moat se habría suicidado.

La comisión que investiga la actuación policial en casos como este analizará cuándo los agentes que cercaban al huido le dispararon con una pistola 'taser', que lanza una descarga eléctrica paralizante. ¿Fue antes o después del supuesto suicidio? La otra pregunta es: ¿por qué la policía de Northumberland no prestó suficiente atención al mensaje que enviaron las autoridades penitenciarias afirmando que Moat salía de presidio dispuesto a buscar venganza?