ALARMA GENERALIZADA

El coste del crudo compromete la recuperación

El Gobierno español reconoce que a corto plazo solamente puede actuar por la vía del ahorro energético.

Un empleado de una gasolinera llena el depósito de un coche, ayer en Indonesia.
El coste del crudo compromete la recuperación
M. I./EFE

El petróleo Brent superó ayer los 110 dólares (80 euros) por barril en Londres, su cotización máxima desde septiembre de 2008, mientras la variedad ligera Texas, de referencia en Estados Unidos, rozó los 100 dólares (72 euros), el precio al que se contrataba en octubre de aquel año.


La escalada del crudo empieza a suscitar inquietud entre los expertos y las autoridades españolas. Si el precio del principal combustible se consolida en este nivel, la incipiente y muy modesta recuperación de la actividad podría verse abortada. Sin olvidar que el petróleo caro es un factor inflacionista que, más temprano que tarde, llevará al Banco Central Europeo a subir los tipos de interés, ahora contenidos en el 1%.


La sangrienta represión de la sublevación popular en Libia, el cuarto productor africano, ya se traduce en un recorte de la producción -ENI, Repsol, Total y BP están evacuando a su personal extranjero- que se podría ver compensado con un aumento de otros países. Arabia Saudí, por ejemplo, se ha comprometido a ello.


Pero los analistas advierten de que las manifestaciones que se están produciendo en los países árabes inyectan una enorme dosis de incertidumbre en el mercado petrolero a medio plazo, y eso siempre se traduce en subidas. Y surgen las quejas de los sectores afectados: la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) alerta de que el encarecimiento del crudo se ha convertido «en el mayor desafío para las aerolíneas».


Del clima de alarma generalizada se hizo eco el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Nobuo Tanaka, quien advirtió de que podría reproducirse un episodio de recesión similar al de 2008 si el barril se estabiliza por encima de los 100 dólares. Este organismo había pronosticado un periodo de estabilidad con el petróleo en el nivel de 80 dólares por barril, que hubiera permitido la recuperación de los países occidentales más retrasados.


España poco puede hacer para luchar contra el encarecimiento del crudo. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, que presentó un informe ante el gabinete de crisis reunido en la Moncloa a última hora del martes, insistió en que la única actuación posible a corto plazo pasa por evitar el derroche energético. «No podemos hacer otra cosa que ahorrar energía», reconoció. Este insistió en que no hay riesgo de desabastecimiento, porque la aportación de Libia en el suministro de petróleo (un 13%) y gas (menos de un 2%) es perfectamente sustituible por otros proveedores.


El problema reside en los precios: una subida de 10 euros del barril de crudo tiene un impacto de 6.000 millones de euros en la economía española. De hecho, el encarecimiento del petróleo a lo largo de 2010 incrementó en esa cifra la factura petrolera nacional, y fue un importante lastre en la tendencia positiva del saldo exterior.


La potencial nueva crisis petrolera ha pillado a España sin resolver el pacto energético que debiera reducir la dependencia de los hidrocarburos sin disparar el importe de los abastecimientos. Las energías renovables han experimentado un fuerte desarrollo, pero ahora se trata de reconducir el elevado coste de las primas que incentivaron su promoción.