LIBIA

EE. UU. anuncia la imposición de sanciones contra Libia

La Casa Blanca impondrá sanciones por el uso de la violencia ejercido por Muamar al Gadafi

El Gobierno de EE. UU. impondrá sanciones unilaterales contra Libia, y buscará coordinar sanciones internacionales, ante el uso de la violencia por parte del régimen de Muamar el Gadafi, anunció hoy la Casa Blanca.


En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que aunque aún se está ultimando el proceso de imposición de sanciones, ya se ha congelado la venta de armas a Libia, hasta ahora en estudio, y la "muy limitada" cooperación militar existente entre los dos países.


Además, EE. UU. coordina la imposición de sanciones multilaterales con sus aliados, indicó Carney. Entre las medidas que se estudian para hacer que el régimen de Gadafi "rinda cuentas", se incluyen la imposición de un embargo de armamento y la congelación de fondos del régimen, reveló el portavoz estadounidense, quien también dejó entrever la posibilidad de apoyar que funcionarios libios sean juzgados por la Corte Penal Internacional.

 

Estados Unidos había mantenido en sordina su respuesta a la violencia en Libia desde el comienzo de las protestas contra Gadafi hace 11 días, a la espera de que los cerca de 200 estadounidenses en el país árabe fueran evacuados.


El Departamento del Tesoro ha dado instrucciones a los bancos para que se mantengan especialmente alerta sobre transacciones que puedan efectuar funcionarios del régimen libio.


Obama, quien el jueves conversó con los líderes del Reino Unido, Francia e Italia, habló hoy por teléfono con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y el lunes recibirá en la Casa Blanca al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon


El anuncio de las medidas se produce apenas una hora después de que partiera un avión con los últimos ciudadanos estadounidenses evacuados de Libia, incluidos los últimos diplomáticos presentes en el país.


Tras la salida de este avión, y la llegada a Malta de un ferry con la mayoría de los ciudadanos estadounidenses evacuados, la Embajada de EE. UU. en Trípoli ha quedado "cerrada", indicó el portavoz, hasta nueva orden una vez se restablezca la normalidad en el país.


El jueves, el Departamento de Estado había instado a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Libia de manera inmediata.


"Nuestro foco está en nuestra obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses y de asegurarnos de que las medidas que tomamos son las apropiadas. Estos han sido los principios que han guiado" el comportamiento del Gobierno estadounidense desde que comenzó la crisis hace once días, explicó.


Según afirmó, "Gadafi ha perdido la confianza de su gente, está supervisando una violencia brutal contra su gente y ha perdido toda legitimidad a los ojos de su pueblo".


El portavoz no pidió directamente la marcha del líder libio, algo que, según dijo, "deben decidir sus ciudadanos", pero indicó que "está claro que la mayoría de la población ha expresado que el continuo uso de la violencia, las claras violaciones de los derechos humanos, son totalmente inaceptables".


"La situación actual no es ni sostenible ni aceptable", insistió Carney.


Obama, que en una declaración esta semana consideró "un baño de sangre inaceptable" lo que ocurre en el país norteafricano, dedicó hoy buena parte de su jornada al seguimiento de la crisis libia.


Además de su conversación con Erdogan, se reunió más de dos horas con su asesor de Seguridad Nacional, Tom Donilon, para analizar desarrollo de los acontecimientos y se mantendrá al tanto a lo largo del fin de semana.


El próximo lunes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se desplazará a Ginebra para participar en la reunión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre Libia. Durante esa estancia se reunirá, entre otros, con sus colegas de Canadá y Turquía, según ha anticipado el Departamento de Estado.


Además, se encuentra en Europa el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, William Burns, para contactar con los países aliados y coordinar posturas respecto al régimen libio.