DERECHOS HUMANOS

EE. UU. no enjuiciará a los funcionarios de la CIA por las torturas practicadas durante la era Bush

El Gobierno de Obama no promoverá procesos judiciales contra los funcionarios de la CIA que sometieron a prisioneros a técnicas de interrogatorio como la asfixia simulada, informó el fiscal general, Eric Holder.


El fiscal general estadounidense señaló en un comunicado que sería injusto enjuiciar a funcionarios por seguir el consejo legal que se les dio en su momento. "Sería injusto enjuiciar a hombres y mujeres de gran dedicación que trabajan para proteger a Estados Unidos por una conducta que fue refrendada con antelación por el Departamento de Justicia", afirmó Holder.


Sus comentarios coinciden con la divulgación de cuatro informes con algunas secciones tachadas que recogen las explicaciones de la Administración del anterior presidente, George W. Bush, para justificar los duros interrogatorios practicados por la Agencia Central de Información (CIA).


Tanto el presidente de EE. UU., Barack Obama, como Holder han dicho en varias ocasiones que consideran algunas de esas prácticas una "tortura".


Los informes se hicieron públicos a petición de un tribunal de California. El citado tribunal había dado al Gobierno de plazo hasta este jueves para publicar los documentos en respuesta a una querella presentada por una organización de defensa de los derechos civiles o bien explicar por qué no podía sacarlos a la luz.


Los autores de los informes son Jay Bybee y Steven Bradbury, que trabajaban como abogados para el Gobierno de Bush (2001-2009). Los informes facilitaron el marco legal para practicar unas tácticas de interrogatorio ampliamente consideradas ahora como tortura, como la asfixia simulada.


Holder agregó que el Gobierno estadounidense defenderá a cualquier empleado de la CIA en cualquier juicio que se emprenda dentro o fuera de EE. UU.


Los asesores del presidente Obama señalaron, antes incluso de que éste asumiera el poder en enero, que era improbable que el nuevo Gobierno presentara cargos contra empleados de la CIA por los interrogatorios a los que sometieron a acusados de terrorismo.