MARRUECOS

Detenidos los responsables de la fábrica marroquí donde murieron 55 personas en un incendio

Puertas bloqueadas, falta de mantenimiento de la maquinaria y otras negligencias explican que 55 personas murieran el sábado en el incendio de una fábrica de colchones y muebles de Casablanca, cuyos responsables fueron detenidos el domingo.


"El propietario Adil Mufarreh y su hijo, Abdelali Mufarreh, gerente de la fábrica, han sido detenidos después de ser interrogados por la policía", confirmó un responsable de seguridad.


La policía científica continuaba sus investigaciones para establecer las causas exactas del siniestro, que según protección civil fue causado por un cortocircuito. El número de víctimas mortales se estableció en 55 y los heridos, en 17, informó la agencia marroquí MAP.


Según protección civil, la fábrica, ubicada en el suroeste de Casablanca, la capital económica de Marruecos, no cumplía con ninguna norma de seguridad. "Se trata de un edificio de cuatro plantas especializado en la fabricación de muebles, por lo que hay una gran cantidad de productos inflamables", aseguró a la emisora marroquí Medi1 el comandante regional de protección civil de Casablanca, Mustafá Tauil.


"Hemos podido constatar en nuestra intervención que los responsables no respetaban las disposiciones legales para este tipo de industria, como el entrenamiento y la formación de personal", agregó.


"El propietario, contraviniendo la legislación, encerraba a los empleados en el interior de la fábrica para, digamos, evitar los robos de las materias primas. Esto fue lo que les impidió abandonar el lugar del siniestro", precisó Tauil.


Varios de los supervivientes confirmaron lo denunciado por el responsable de protección civil. "Todas las puertas estaban bloqueadas y nadie podía huir por los accesos", denunció Smail Benhamed, de 19 años, que saltó desde la segunda planta.

Condiciones laborales

Algunos empleados de la fábrica también denunciaron las condiciones laborales impuestas por el propietario, que nunca tuvieron cobertura social. "De los 400 asalariados de la fábrica, sólo 30 están declarados a la seguridad social", declaró Fellah Hassan, un tapicero de 30 años. "Gano 350 dirhams (30 euros) por semana sin estar declarado", confirmó Smail Benhamed.


El ministro del Interior, Chakib Benmussa, que visitó el lugar del siniestro el sábado, calificó el accidente como "drama catastrófico" y precisó que la fiscalía de Casablanca había abierto una investigación sobre "las circunstancias de este siniestro y sobre las condiciones de trabajo con el fin de establecer responsabilidades".


El rey Mohammed VI dio instrucciones a las autoridades para "tomar todas las medidas necesarias para socorrer a las víctimas".


El accidente se produce en un momento en el que el país vive bajo un clima de gran tensión por el aumento de los precios. Los sindicatos amenazan con una huelga general.