REINO UNIDO

Cameron, el reinventor de los 'tories'

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El líder conservador David Cameron, en Londres.
Cameron, el reinventor de los 'tories'
LEON NEAL/AFP

El moderno David Cameron, candidato a primer ministro del Partido Conservador, se presenta como el hombre que logró modernizar esa anquilosada formación y transformarla en una verdadera alternativa de gobierno. Con su conservadurismo 'compasivo' -distanciado del neoliberalismo feroz de sus antecesores-, apela al votante de centro que aún ve con suspicacia al que llegó a conocerse como Nasty Party (el partido malvado) por la desolación social que vivió el país durante los años más duros del thatcherismo (1979-1990).

En su esfuerzo por convertir a la formación, relegada a la oposición durante 13 años, en nuevamente "elegible" en las urnas, Cameron la depuró de sus elementos más reaccionarios y parece haber neutralizado -al menos de momento- las diversas corrientes internas enfrentadas en asuntos como la relación con las minorías o la Unión Europea. Sin embargo, su falta de definición ideológica, que sustituye con una eficaz presentación de políticas puntuales con las que aspira a convencer al grueso del electorado, hace que a menudo se le acuse de ser superficial y que los ciudadanos todavía le perciban como una incógnita.

Por sus raíces aristocráticas y educación privilegiada, muchos dudan de la sinceridad de algunas de sus iniciativas para conectar con la población más desfavorecida, como su ya famosa propuesta de ser más comprensivos con los delincuentes, bautizada por la prensa como 'hug a hoodie' (abraza al gamberro).

En época de crisis económica, le resulta difícil defender abiertamente el capitalismo salvaje y la desregulación financiera de las que un día hizo bandera su partido, pero también ha indicado que no abandonará a ese sector clave de la población -empresarios, financieros y, en general, terratenientes y otra gente adinerada- que tradicionalmente ha apoyado al Partido Conservador.

Precisamente, uno de los caballos de batalla en estas elecciones ha sido cómo superar la crisis y atajar el déficit, y la propuesta 'tory' de anular el incremento previsto por los laboristas de la cotización a la Seguridad Social ha recibido el inequívoco aplauso de los principales empresarios del país.

"Hombre de familia"

Cameron se define a sí mismo y a sus ideas a partir de su experiencia como "hombre de familia". En un reciente artículo en 'The Daily Telegraph', defendió su crianza acomodada y reveló que sus padres le habían inculcado el "optimismo" y enseñado que "la vida es algo más que hacer dinero".

Cameron no se crió en un ambiente político, sino que fue un viaje a la antigua Unión Soviética en 1985 lo que le hizo "cuestionarse el mundo", tras lo cual desarrolló unos valores que aún conserva, como que "el Estado es tu sirviente, nunca tu dueño". De su correligionaria Margaret Thatcher admira "la fuerza de sus convicciones" para enfrentarse, entre otros, a los sindicatos que, en su opinión, impedían avanzar al Reino Unido.

Sin embargo, a diferencia de 'la dama de hierro' -hija de un tendero-, Cameron debe luchar contra su imagen de pijo alejado de la realidad. Nacido en Londres el 9 de octubre de 1966 en una familia de financieros con raíces nobles, David Donald William Cameron se educó en los mejores centros del país, entre ellos Eton, donde estudia tradicionalmente la realeza, y en la universidad de Oxford (1985-1988), en la que se licenció en Filosofía, Política y Economía.

En su época universitaria conoció al actual alcalde de Londres, el conservador Johnson, en el exclusivo Bullingdon Club. Su primer trabajo fue en 1988 en el Departamento de Investigación del Partido Conservador, donde fue promocionado hasta convertirse en parte del equipo del entonces primer ministro John Major.