CHINA

China eleva los muertos en Urumqi a 184, la mayoría han

Las autoridades intensifican sus ataques contra la líder de los uigures en el exilio

pekín. El Gobierno chino elevó ayer a 184 el número de fallecidos en los disturbios de los últimos días en Urumqi, aseguró que tres cuartas partes de las víctimas son chinos de la etnia mayoritaria han e intensificó sus ataques contra Rebiya Kadeer, líder de los uigures en el exilio.

Las autoridades de la región de Xinjiang actualizaron una cifra de muertos que no habían modificado desde el pasado martes, y por primera vez informaron de la etnia de los fallecidos, señalando que 137 eran chinos han (mayoritarios en el país asiático) y 46 eran uigures musulmanes. Una última víctima era hui, otra etnia de credo islámico. Del total de muertos, 157 eran hombres y 27 mujeres.

Las autoridades chinas no detallaron cuáles de los fallecidos murieron el 5 de julio (cuando comenzaron los choques entre Fuerzas de Seguridad y manifestantes uigures, así como ataques de miembros de esta etnia contra chinos han) o en jornadas posteriores, en las que se registraron linchamientos de han a uigures en venganza.

La nueva cifra de muertos fue ofrecida poco después de que se anunciara la reinstauración del toque de queda nocturno para prevenir nuevos incidentes.

La jornada del viernes estuvo presidida por el cierre de gran parte de las mezquitas por orden de la autoridad, a lo que los uigures respondieron con protestas y, en algunos casos, consiguieron entrar en los templos para orar.

Las restricciones informativas continuaron, con un corte total de Internet en Urumqi desde hace seis días, además de trabas a los periodistas. Tres reporteros fueron detenidos y llevados a comisaría durante unas horas, entre ellos el corresponsal de la televisión española de TV3 en China, Sergi Vicente.

Mientras tanto, el Gobierno chino intensificó a través de su prensa oficial los ataques contra la empresaria uigur Rebiya Kadeer, a la que acusa de estar detrás de los disturbios del 5 de julio y de usar pruebas erróneas en sus condenas contra Pekín.

"Contacto con terroristas"

En un artículo de la agencia oficial Xinhua, se aseguró que Kadeer, de 62 años y presidenta del Congreso Mundial Uigur, "tiene un estrecho contacto con organizaciones terroristas" y llamó por teléfono en los días previos a los disturbios a su hermano en Xinjiang advirtiéndole de que "iba a pasar algo grande".

El Congreso Mundial Uigur y otras asociaciones uigures en el exilio, concentradas en países como Estados Unidos, Alemania, Suecia o Turquía, aseguran que los disturbios son consecuencia de décadas de discriminación a su pueblo, y que en ellos han muerto 800 personas. El conflicto amenaza con ramificarse en roces diplomáticos entre China y Turquía.