DETENIDA POR ROBO

Berlusconi mintió para liberar a su amiga de 17 años

El primer ministro italiano llamó por teléfono a la comisaría diciendo que la chica era pariente del presidente egipcio.

Berlusconi durante un debate parlamentario.
Berlusconi es pillado contando un chiste sobre judíos
AFP PHOTO

La posición del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se agrava cada vez más en el último escándalo sobre sus fiestas con chicas, por su intervención directa para ayudar a una de ellas en apuros. Es la ya famosa Ruby, una atractiva marroquí de 17 años.


Hasta ahora se sabía, porque él mismo lo ha admitido sin ver nada malo en ello, que en mayo la Presidencia del Gobierno llamó a una comisaría de Milán para que Ruby, detenida por robo, fuera entregada en custodia a alguien enviado por 'Il Cavaliere'.


Pero es aún peor: según reveló ayer el 'Corriere della Sera', fue Berlusconi en persona quien llamó a las once de la noche y mintió sobre la identidad de la joven, diciendo que era "una pariente de Mubarak", el presidente egipcio. Así lo refirió el comisario en la investigación abierta por presunta inducción a la prostitución. En ella figuran tres personas cercanas al primer ministro. Este dato falaz influyó en el procedimiento, pues entró en el informe enviado al tribunal de menores, que decidió liberar a la chica.


De azafata a diputada


También se supo ayer que incluso la fiscal había ordenado que fuera remitida a un centro de menores, aunque Interior sostiene que se respetó el protocolo habitual. Por otro lado, la misma custodia de la menor no fue tal. La persona enviada por Berlusconi a recogerla fue Nicole Minetti, de 25 años, mona azafata televisiva que conoció como enfermera en su dentista. A los tres meses era candidata electoral y ahora es diputada en Lombardía. Minetti afirma que apenas conoce a Ruby, fue a buscarla porque se lo pidió el magnate y que nunca llegó a entrar en su casa. Es más, a la semana volvió a ser detenida.


Ruby, cuyo nombre real es Karima R., se fugó de su casa con 12 años y ha dado tumbos por centros de menores. Tras dejarse ver en discotecas y concursos de belleza entró en el círculo privado de Berlusconi hace un año.


Según ha declarado a la Policía, fue a tres fiestas a su casa y habría descrito juegos eróticos. La joven asegura que no mantuvo relaciones íntimas con el mandatario pero que le dio regalos y dinero. El día de la polémica llamada había sido detenida por robar 3.000 euros en la casa donde pasó la noche.


La oposición pide la dimisión de Berlusconi y la patronal y la Iglesia italiana fueron ayer muy duros con él. La tensión es enorme, pero la situación es surrealista porque, como siempre, no parece que el escándalo vaya a tener consecuencias.


En otro país lo ocurrido sería el fin de un primer ministro, pero Berlusconi debería haber dimitido ya una docena de veces y se deja por imposible. Incluso en el extranjero no se presta mucha atención al caso porque se considera que Italia hace tiempo que es un mundo aparte.